❄️(1-11) GENIO MATEMÁTICO CONQUISTARÁ LA ALTA COCINA CON SUS HABILIDADES | Resumen de Anime

A veces creemos que elegimos el camino correcto en nuestras vidas sin darnos cuenta que estamos destinados a tener otro rol. Si bien esforzarse y querer es bueno, tal vez nuestro talento se encuentre en otro ámbito. Así, en esta historia veremos cómo un chico encontrará su lugar en el mundo a través de la gastronomía. Vergüenza, decepción. Eso fue lo que sintió al dejar su hoja en blanco. Aunque como bien dice un viejo dicho, no cualquiera puede ser un gran artista, pero un gran artista puede surgir de cualquier lado. Gaku Kitad es un estudiante que aspira a convertirse en un gran matemático, influenciado por genios como Euler, Gous y Shini Mochisuki. Sin embargo, tras fracasar en las olimpiadas de matemáticas realizadas en Japón, ahora enfrenta un castigo impuesto por el presidente de su escuela. Pasó de ser el peor estudiante de su materia a perder la exención de matrícula, viéndose obligado a trabajar medio tiempo en el comedor estudiantil. Ayomi, una destacada deportista de la escuela, no puede creer que alguien como él haya terminado así, ya que según ha oído, Goku es considerado un genio, o al menos eso dicen algunos. Pasado un rato, la chica intenta ayudar al prota de alguna manera, aunque él rechaza amablemente sus propuestas. Mientras conversan, Gu termina de preparar una comida para él y su compañera, comentando que cocinar no le resulta muy difícil. Mientras lo hace, capta atención de un desconocido. El extraño lo observa fijamente al ver que ha terminado de vivir una pasta napolitana. Womi queda perpleja por lo bien que quedó el plato, a pesar de estar hecho con ingredientes sobrantes y se sorprende aún más al probar su sabor. El extraño se acerca y pide el mismo platillo, pero Gu le responde que era una comida personal y que solo puede ofrecerle algo del menú. El extraño difiere yendo hacia él sin dudarlo para tomar el otro plato que sirvió, comenzando a comerlo. ¿Cuál es la temperatura?, pregunta el extraño. Gaku responde que 45 gr. El chico se ríe para luego retirarse. Tras ese momento incómodo, Womi también se le acerca al prota diciendo que eso fue de lo más delicioso que había probado. Posteriormente, Gu va a la sala del presidente de su escuela, rechazando participar en otra competición de matemáticas. Para él. Las olimpiadas dejaron claro que no servía para destacar en ese lugar con los demás aspirantes. Con una postura firme se disculpa y se retira dejando al presidente enojado. Mientras camina, el prota se encuentra repentinamente con un grupo de chicos, entre los cuales reconoce el extraño que fue el comedor hace unos momentos. Este le dice a Gu que se dirigen a la oficina del director, aunque el prota cree que lo hace porque será regañado por algo que hizo. El extraño menciona que no es estudiante de esta escuela. Todo lo contrario. Él estaba allí para preparar la cena de una importante reunión organizada por el presidente de la escuela y por eso iba a saludarlo. Así es, este chico era un chef. Sin embargo, al encontrarse nuevamente con Gaku, menciona que quiere compensarlo por haberse comido su pasta napolitana. Por eso ambos van al hogar de Goku, donde el extraño menciona que tiene 23 años y es dueño de su propio restaurante. Gaku piensa que jamás podría lograr algo así, pero el otro le asegura que su inteligencia también es admirable, especialmente por haber llegado a la final preliminar de las olimpiadas. En ese instante, el padre de Gaku lo llama emocionado. Tienen una buena charla donde el hombre le demuestra todo su apoyo. Confía en que su hijo llegará a ser un gran matemático y le asegura que no debe preocuparse por él. sabe que costará mucho dinero ayudarlo, pero está dispuesto a hacer lo que sea necesario para que cumpla su sueño. Tras finalizar la llamada, el extraño le entrega a Gu su plato con pasta napolitana y le dice que su padre era muy diferente a cómo era él. Sin embargo, antes de que pueda probar su platillo, el extraño le dice a Gu que tiene algo importante que contarle. Ha investigado sobre lo ocurrido y sabe que está frustrado por haber fracasado en las olimpiadas de matemáticas, además de tener en cuenta que no es el único en sentirse así. Tanto sus compañeros como profesores creen que perdió su toque después de aquel suceso. Pero, ¿por qué necesitaría saber todo eso? El extraño responde que estaba interesado en él, ya que tras conocerlo vio en Gaku un potencial que podía ser explotado. Incluso el propio Prot aún no sabía de lo que era capaz de hacer. Un poco dudoso, Gu procede a comer el platillo. Aunque ya habían pasado algunos minutos desde que fue servido. La napolitana seguía viéndose exquisita y al probarla todo se volvió increíble. comenzó a experimentar una serie de imágenes en su mente llenas de nostalgia, viendo ante sus ojos especias que nunca imaginó presenciar. En serio, esta era una simple napolitana. Gaku no tenía idea de lo que estaba experimentando. ¿Por qué este plato es tan delicioso? Antes de darse cuenta, el prota recibe una llamada y el extraño se despide. Antes de irse, le confirma que no usó la misma técnica que él probó para hacer su napolitana en el comedor. El extraño cree que la suya era mejor, por eso decidió no utilizarla. Aunque estaba sorprendido de que Gu pudiera usar ese método inconscientemente. Por último, finalmente revela su nombre Calla Sakura, pero estaba seguro de que se verían de nuevo tarde o temprano. Luego de esto, Goku contesta su teléfono. Se trata de Womi. Ella le cuenta que ocurrió algo terrible enviándole una foto que mostraba un aviso de expulsión para Gu quitada. El prota va en busca del presidente rogándole que no le quite la beca para entrar a la universidad. Él no merecía tal expulsión. Sin embargo, el presidente no tenía intención de perdonarlo. Menciona que Gu cometió un error al humillarlo de ese modo. Incluso después de haberle dado la oportunidad de redimirse tras las olimpiadas, no daría su brazo a torcer. Había perdido donaciones y ahora Gu pagaría muy caro por ello. El proter esfuerzo de su padre por pagarle esta escuela haya sido en vano. Además, no puede creer que una persona como el presidente esté tan obsesionada con su talento y que solo porque no quiso hacer lo que él quería, lo destruiría así nada más. Gaku recalca que no tiene talento alguno, pero esto no le importa al presidente. El prota sería expulsado y no había nada que pudiera hacer para evitarlo. En ese momento, Womi trata de acercársele, pero alguien se le adelanta, alguien con una mirada empática estaba dispuesto a ayudarlo. En la noche inicia la reunión organizada por el despreciable presidente de la escuela. Este les dice a sus patrocinadores que les brindará los platillos más deliciosos del país. Además, comenta que con esto sería capaz de convertir su escuela en la más poderosa de Japón. El presidente presenta a todos dando paso a Sakura y su equipo. Todos se sorprenden por la edad del joven chef, pero el presidente resalta que no es un simple chico, sino el dueño de un restaurante cinco estrellas mejor conocido como K. Sus habilidades fueron formadas en Francia. La cuna de la gastronomía. Siendo su chef, regresó a Japón para fundar su restaurante. Luego de esta presentación, el despreciable presidente revisa el menú. Se confunde al ver pasta napolitana escrita allí, preguntándose si estaría hecha con ingredientes finos. Asakura menciona que no es más que una simple pasta. La cara de molestia del presidente no se hace esperar. Sin embargo, Asakura estaba seguro de que todos quedarían satisfechos con este platillo. Además, si su predicción era cierta, quería que él felicitara al chef que lo preparó delante de todos y lo decía totalmente en serio. En la cocina finalmente volvemos con Gaku, quien había sido secuestrado por Asakura, la villa del presidente. El prota no entendía nada. En serio, tenía pensado que él hiciera la napolitana que preparó en el comedor de su escuela. El joven chef lo ignora mientras prepara los demás platillos para los patrocinadores. Al igual que Womi, quien se sentía impresionada por estar allí. Aunque la paciencia de Goku llega al límite. El prota lo tenía claro. No era nadie especial y lo estaban confundiendo más de la cuenta. Fracasó en las olimpiadas y luego entendió que solo amar lo que hacía no era suficiente porque mientras él luchaba por una cosa, los demás no solo tenían pasión por las matemáticas, sino también la capacidad de luchar duro para lograr ganar. Él no estaba cualificado para desafiar la verdad usando las matemáticas. Ellos sí, solo era un perdedor que no podía lograr nada. Y al escucharlo y ver su desesperación, Guami le pide que se vayan de allí de inmediato. Sin embargo, aura los detiene. Convencido de que G podía cambiar su situación actual si volvía a preparar la napolitana. Él tenía la capacidad matemática de pensar que existe para cocinar. Asakura entendería si no quería hacerlo y prefería quedarse como un supuesto perdedor toda su vida, pero si quería tomar ese rayo de esperanza que le estaba dando, le sugería pensarlo mejor. Y tras escucharlo, Goku decide quedarse y hacerle caso al joven chef. Tienes seis invitados y 70 minutos para preparar los platillos, por lo que a Sakura le desea suerte. Gaku comienza a cocinar y aunque cree que hacer esto es ridículo, no le queda más opción que hacerlo bien mientras Woomi se preocupa por él, aunque es Gaku quien más sufre por los nervios, confesándole a Sakura que no cree que su napolitana sea mejor que la suya, en especial por la textura que esta tenía en la pasta, la cual era más suave y más disfrutable. Si comparamos un plato terminado con la respuesta, entonces a partir de la respuesta se obtiene la receta. A Sakura le recomienda al Prota a pensar fuera de la caja, pues tiene entendido que él es bueno en eso. Gaku hace algo impensable. Comienza a enfriar la pasta lavándola y luego poniéndola en la nevera. Esto sorprende a todos en el lugar, pero él estaba seguro de que lo que hacía era lo correcto. Pasado un rato, a Sakura sirve el platillo principal, presentando así la pasta napolitana hecha por Gu quitada. Esto es solo un simple platillo. Los patrocinadores se muestran algo confundidos al ver la comida que acaban de recibir, pero al mismo tiempo quedan muy sorprendidos. El aroma que desprendía la napolitana era único y al probarla todo a su alrededor parecía transformarse. La explosión de sabores, la textura, todo era perfecto. Resultaba increíble como con cada bocado la combinación de ingredientes se volvía aún mejor. Aunque uno de los patrocinadores intenta restarles importancia a los comentarios de los demás. se queda en shock al notar que fue el primero en terminar su platillo. Incluso quería repetir el plato. El sentimiento de nostalgia que despertaba en todos era evidente, ya que un recuerdo compartido dejaba ver la profunda impresión que les había causado esa napolitana. Simon, el presidente de la escuela, se da cuenta de que su plan resultó perfecto. Los patrocinadores habían quedado satisfechos. Sin embargo, la sonrisa en su rostro no duraría mucho. En ese momento, Asakura llama al responsable del platillo y Gaku aparece dejando el presidente completamente desconcertado. Los patrocinadores notan con sorpresa que se trataba solo de un chico, pero a Sakura les explica que desde que lo conoció, Guía un método para llevar ese platillo a la perfección. Salteando todo de forma precisa. Aplicó la reacción de Mellar para potenciar el aroma de la cebolla. Además, al mezclar los demás ingredientes, realizó un paso distinto que intensificó el sabor a tomate en la pasta. Vertió directamente el ketchup en la sartén, algo que para Gu no parecía tener gran importancia, aunque en realidad sí la tenía. Luego a Sakura le pregunta qué temperatura calentó los cubiertos y el prota responde que a 45 ºC. Los patrocinadores no pueden creer lo que están escuchando. Gaku explica qué será la temperatura ideal y que siempre lo hacía con la comida occidental. Asakura comenta que ese detalle fue lo que lo dejó sin palabras. la primera vez que probó su pasta. Los demás asienten dándole la razón, aunque Asakura admite que él también solía hacerlo. Menciona que Gu lo ejecutaba de forma impecable, lo cual hacía que el primer contacto con la comida fuera mucho más placentero. Gaku comenta que de haber podido también habría calentado las manijas de las puertas. Pasando al tema de la pasta, el joven chef supone que ya habrán notado que no estaba al dente. Gaku explica que algunos ingredientes ya aportaban al toque crujiente necesario, por lo que no había razón para ser esclavo de la regla al dente. Por eso decidió enfriar la pasta, marinarla y luego dejarle la nevera antes de saltearla. El resultado una textura elástica y suave. Sin embargo, Gu le comenta a Sakura que todo fue gracias a su pasta. Si no la hubiera probado, jamás se habría animado a mejorar su napolitana de esa forma. Aún así, en lugar de copiar la técnica del chef joven, prefirió innovar y crear algo más personal. De ahí que decidiera usar vinagre y mayonesa para marinarla. Aunque había algo aún más importante, no estaba allí solo por la velada. En realidad, Gakuu se estaba divirtiendo experimentando con los ingredientes. Esta es una unión entre cálculo riguroso y teoría. Entre matemáticas y cocina, Asakura presenta a Gakitada, alumno de la escuela Wales y la persona que el presidente deseaba mostrarles esa noche, aquel que representa el ideal académico de la institución. Los patrocinadores se muestran entusiasmados al oír a Sakura, quien le pide al presidente que le dé sus elogios a Gaku. Simon se muestra frustrado, pero le sugiere que piense bien en sus acciones. Después de todo, ganará mucho dinero a partir de esto y seguramente no querrá que sus patrocinadores lo vean mal si no felicita al autor del platillo. Sin tener opción, el presidente excede mientras a Sakura observa con satisfacción la expresión en su rostro. Ahora, sin el riesgo de ser expulsado, Gu recibe una invitación de Asakura para unirse a su restaurante. Le reafirma que en su mente matemática esté hecha para la gastronomía y que juntos podrían abrir la puerta que conduce a la verdad de la cocina. Las palabras del joven chef quedan resonando en la mente del prota. Unos días después, Gu se despierta en casa y ve a su padre. El hombre no puede creer que su hijo esté por entrar a la universidad y comenta que su madre estaría muy orgullosa. Ambos observan en la televisión una entrevista al ganador de la medalla de plata en las olimpiadas de matemáticas. Gaku la reconoce como Kagura Musashi, una chica que no temía decir lo que pensaba sobre lo necesario para aprobar el examen de la Universidad de Tokio, destacando por enfocarse a la belleza al resolver fórmulas. Ella y Goku habían intercambiado algunas palabras durante las olimpiadas, pero la chica creía que la mente del prota se había vuelto muy cerrada, perdiendo creatividad y originalidad. Pero ahora solían resolver los problemas de una forma simple y plana, algo que tomó por sorpresa a Gaku. Posteriormente, el prota terminaría de desayunar junto a su padre. Él le dice al hombre que debe irse a Tokio. Tenía algo importante que hacer, por eso quería pedirle permiso. El padre, al escuchar esto, se lo concede de inmediato. Confiando en él, Gu rumbo a Tokio siguiendo una dirección exacta. Finalmente, él logra encontrar el lugar. El lugar resulta ser un restaurante de alta categoría. Al ingresar Gaku es recibido por Nene, una de las asistentes que estuvo con Asakura en la villa del presidente, aunque al inicio no lo reconoce. Él le menciona que había llamado antes de llegar. En ese instante, otra mujer aparece y se presenta como Rag Nakamatsu. Ella se muestra sorprendida de al fin conocer al famoso Gu Kitada. Y tras un incómodo acercamiento entre ellos, la peli roja va y le sirve una copa con agua. Dime, ¿tiene la temperatura perfecta, no? Ragna le comenta que Sakura se obsesionó por completo con ese tema al punto de climatizar cada rincón del restaurante. Absolutamente todo tenía la temperatura perfecta. Gaku se muestra sorprendido diciendo que le parecía algo increíble, aunque se disculpa si eso les había generado más trabajo de lo habitual. Ragna responde que eso no era lo que le molestaba, sino el hecho de que jamás se le habría ocurrido una idea así y nunca había oído a Sakura hablar tan bien de alguien. Al poco rato, la peli roja le indica a Kaku que ya es momento de tomar asiento. Sin embargo, al escuchar el precio de los platos, el hambre se le va de golpe. Sin embargo, Ragna menciona que Sakura le dio una orden directa. Cuando el prota llegara, debía prepararle un platillo cuya lógica él tendría que decifrar. Si lograba hacerlo, debía esperar el regreso del joven chef en ese lugar. Pero si no lo conseguía, Seiria y Ragna le pagaría el tren. Pasado un rato, la pelir roja le sirve el platillo a Gu. Antes de que lo pruebe, ella le advierte que si está considerando convertirse en cocinero, debería pensarlo dos veces. le dice que este mundo es cruel y exigente y que no resistiría ni un minuto a lo que ellos enfrentan a diario. A pesar de sus palabras, Gaku la ignora, centrando toda su atención en probar el platillo que le fue servido. El aroma y la textura de la carne hacen que el prota se emocione y al probarla todo explota a su alrededor. Ahora lo entiende, ya tiene una idea clara de los ingredientes. La salsa llevaba cangrejo y la carne de cerdo se fusionaba a la perfección con ella. Para Ragna, eso era algo que cualquiera podía deducir, pero Gúa disfrutando cada vez más el sabor de su platillo. Deduce que la fusión entre mar y tierra es impresionante, aunque lograrlo no es nada sencillo. Sin embargo, la verdadera incógnita es como Ragna consiguió combinar algo como el cerdo con el cangrejo. Debió utilizar algo más específico para unirlos en perfecta armonía. El prota pide una hoja y un bolígrafo y mientras sigue comiendo consigue formular la ecuación del platillo. Con eso listo, inicia su deducción final. Gaku intenta descubrir con mayor precisión qué hizo Ragna para que este plato funcionara tan bien, considerando factores como la temperatura utilizada y analizando la textura de la carne. Finalmente, nota algo más. En la salsa había algo similar a pequeñas perlas que intensificaban aún más el sabor a cangrejo. Estas se fusionaban con el cerdo, generando una explosión de sabor espectacular. Así que él cree que podrían ser huevas de cangrejo. Aunque no estaba seguro de que eso se puede usar en la cocina, era lo único que se le podía ocurrir. Esto sorprende a la pelirroja, quien confirma que no estaba tan lejos. Lo que ella utilizó en realidad fue el coral del cangrejo, así que Gente lo confirma. Ella había utilizado todo el cangrejo para preparar la salsa, no solo las partes principales, sino absolutamente cada componente con el objetivo de crear algo más impresionante. Esa era la respuesta. Pero realmente era así. Gaku piensa que no terminaba de encajar. Intenta encontrar una explicación más lógica hasta que se daba cuenta que se trataba de un efecto de sinergia. La simple combinación del cerdo con el cangrejo ya elevaba su valor gastronómico por sí sola. Buen y sabrosos son dos cumplidos comunes en la gastronomía. Asakura finalmente aparece y lo explica con mayor claridad. comenta que si bien uno de esos términos puede depender del gusto personal, el otro está relacionado con compuestos químicos que provocan el umami. Resaltar esos elementos cumple un rol clave en la experiencia del comensal. Si bien mezclar mariscos con carne no era común, Ramma aplicó una fórmula precisa para crear una salsa que equilibrara ambos sabores, logrando un resultado revolucionario. En resumen, el concepto de Umami ya se había traducido a valores numéricos en la mente de Gaku. Asakura lo felicita por haber logrado descifrar el plato de Rangma siendo aún un principiante. Luego el prota le confiesa que no ha dejado de pensar en ello desde aquel día. No sentía esa emoción desde que era niño, cuando solía amar matemáticas, aunque aún no ha decidido si quiere ser chef. El platillo que Asakura le dio lo hizo sentirse increíble y ahora quiere descubrir qué fue lo que realmente provocó ese impulso de emoción. De ese modo, Asakura considera que Guy está listo para lo que viene. Gichi Musashi, un disputado que estuvo presente en la escena del presidente de la escuela del prota, se acerca entusiasmado. Había venido al restaurante de Sakura para una ocasión especial y el joven chef le prometió que G prepararía un platillo para él, ya que se había vuelto un gran admirador desde que probó su napolitana. A Sakura le advierte que esta sería una prueba. Deberá satisfacer a sus comensales o perder a un cliente muy importante. Después de todo, Goku ya conocía sus métodos. Para su sorpresa, alguien más aparece en escena. El diputado presenta a su hija, quien resulta ser ni más ni menos que Kagura, la subcampeona de las olimpiadas de matemáticas donde él había participado. Finalmente, el encuentro entre Gaku y Kagura termina sorprendiendo a todos. Ninguno de los presentes sabía que ambos se conocían, lo que resulta ser una gran coincidencia. El diputado Musashi le dice a su hija que él era aquel gran chef de preparatoria al que quería presentarle. El prote intenta negar esto afirmando que no era nadie especial. Sin embargo, Asakura nota nuevamente su modestia. Él responde que hizo un gran trabajo con su napolitana, además de mencionar que no esperaba que tanto Gu como la hija del diputado se conocieran. Asakura creía que era una gran oportunidad para invitarla a probar un plato hecho a través de un pensamiento matemático. Esto genera eco en Kagura, quien no puede evitar preguntar si acaso G había renunciado a la idea de ser un matemático. El padre de la chica pregunta si acaso no le interesa, a lo cual ella responde que siempre tuvo interés en la mente de Gaku, especialmente desde su infancia. Kagura notó que él tenía un talento innato para las matemáticas, pudiendo resolver problemas usando ideas únicas. Sin embargo, luego de un par de años, ella perdió el interés al sentir que el talento de Gaku se había mermado, deteriorándose al punto de un aburrimiento total. Kagura cree que estar aquí junto a dos cosas que ya no le interesan, como la comida y Gaku, solo afectaría negativamente su cerebro. Así que no ve razón para quedarse, solo buscaba crecer y piensa que solo se estaba estancando quedándose. En ese momento, Asakura pregunta si con crecimiento se refería convertirse en una matemática. Sin embargo, considera negligente de su parte no querer ver un platillo creado a partir de esa forma de pensar. Gaku se arma de valor y también le pide a Kagura que se quede. Admite que sus palabras lo afectaron un poco, por lo que al menos le gustaría que ella probara uno de sus platillos antes de irse. Una hora para cocinar. Ese era el tiempo que tendría para pensar en el platillo que planeaba servir. Mientras Gu se perdía en sus pensamientos, el suchef de lugar Jotei lo interrumpe llegando tras ir a comprar un buen vino, algo en lo que era un gran experto. Repentinamente, el ambiente en la cocina se vuelve muy tenso. Gaku ya esperaba sentir algo así, pero no creyó que sería tan difícil adaptarse. A Sakura les dice a sus compañeros que él se encargará de asistir al prota mientras cocina. Si bien no interfería con sus ideas, estará allí para apoyarlo en lo que necesite, ya sea explicándole algo o haciendo labores simples. Gaku comenta que le gustaría recrear la idea culinaria de Ragna, pidiéndole al joven chef que le explique el valor umami de cada ingrediente, tal como se le ordenó, a Sakura escribe en una pizarra el valor aproximado de cada uno. El joven chef explica que al combinar el ácido inocínico del cerdo con el ácido glutámico del cangrejo, Ragna logró un plato lleno de umami gracias a la sinergia entre ambos, explicando de ese modo que si combina ingrediente con altos valores, tal vez pueda crear un platillo que supere el de la pel roja. Pero eso sería posible. Gaku se da cuenta de algo peculiar. Solo había dos componentes su mami. Rag no usó el cerdo y el cangrejo para generar un efecto de sinergia. Sin embargo, él quería probar con ingredientes distintos a esos dos. sabe que al combinar el ácido inocío, el glutámico y un tercer componente umami podría realzar su platillo y hacerlo mucho mejor que el de Ragna. Esa era justo la fórmula que buscaba crear, añadiendo otros ingredientes. Vemos como Kagura observaba todo esto y cuando Nene le interrumpe, ¿alcanza a oír a Sakura la Gak? Lo felicita de haber descubierto que no solo existían dos tipos de Umami, sino también el monosfato de Guanoina y el ácido sucínico. Asakura había preparado esta trampa para poner a prueba Gu, ya que no podía basarse únicamente en los números. De haberlo hecho, solo habría copiado la idea de Ragna y el joven chef lo habría echado sin dudarlo. Sin embargo, de forma natural se dio cuenta de que no solo había dos componentes su mami. El prota responde que, por supuesto, él asumiría que existen muchos más, ya que en la cocina deben resaltar el contenido mami que no se percibe a simple vista. Eso fue algo que Ragna le enseñó. Cuando se trata de números es mi especialidad, aunque para su sorpresa Gu no podría haber estado más equivocado. Luego de que la peli roja le diera probar un caldo con tres ingredientes distintos y que aún así no ofreciera el resultado esperado, el prota comprende que había caído en una doble trampa orquestada por Asakura. Esto no generaba un efecto sinérgico, algo que el joven chef termina por confirmar. Solo existían dos componentes umami capaces de producir dicha sinergia, los del cerdo y el cangrejo. Y aunque hay muchos tipos de umami, está científicamente comprobado que solo esos dos pueden combinarse de manera efectiva. El monosfato de sodio podría ser la única excepción, sin embargo, había muy pocos ingredientes que lo contuvieran y al menos aquí no los tenían. La fórmula de Gaku era errónea. Con poco tiempo y tras haber fallado por completo, el prota entra en desesperación. Su mente comienza a quebrarse y sus ideas se desmoronan poco a poco. Kagura termina de escuchar todo lo que necesitaba, asegurando que G había fallado por completo. Sin embargo, tras irse, el prota nota un ingrediente muy especial sobre la mesa, un blanquillo dorado. Asakura se sorprende de que reconozca un pescado de tan alta calidad. Gaku menciona que solo lo había probado una vez hace muchos años. Como celebración por su ingreso a la academia Wales. Su padre preparó ese pescado. Ya lo tenía planeado desde antes. Incluso si Gaku fallaba en el examen de admisión, igual lo celebraría con él sin dudarlo. El sabor que Gu sintió en ese momento fue dulce y sabroso. A pesar de que fue la única vez que lo degustó, sin duda quedó grabado en su memoria. En ese instante, inesperadamente, la mente de Gu vuelve a encenderse, formulando así la respuesta que había estado buscando para crear su platillo, algo que termina por alegrar mucho a Sakura. El prota escribe la receta y rápidamente se ponen manos a la obra. Finalmente logran concretar el gran trabajo por el que tuvo tanta dificultad. Pasado un rato, los platos de Kagura y su padre son servidos, mostrando como el prota utilizó el blanquillo dorado para crear esta comida. Al probarlo, el diputado y su hija quedan asombrados por el sabor, la textura y las especias eran simplemente increíbles. El diputado no puede evitar recordar el sabor tan familiar de la napolitana al degustar el platillo. La forma en que todos los elementos se combinaban era algo que simplemente no podían creer que fuera posible. En ese instante, Gu llega a la mesa y explica que todo se debía a la sinergia del ácido enocínico y glutámico que aportaban el blanquillo dorado y el jamón usados en el platillo. Gracias a estos se podía liberar en la lengua el sabor umami supremo. Esto lo había tomado de inspiración el platillo que hizo Ragna. Sin embargo, él lo había adaptado a su estilo, aromatizando el blanquillo dorado y el jamón, poniendo arroz al fondo del plato, algo que hacía sentir el sabor como algo muy familiar. En ese instante, el prota revela que se trataba de Ochasuke. Desde que era un niño, su padre le preparaba ese platillo una y otra vez, haciendo muchas variantes para que pudiera disfrutarlo a pesar de su apretada agenda. Cada vez que probaba eluke de su padre, su corazón se llenaba de una gran calidez. Además, esta era la variante que más le gustaba. Siguiendo la línea que le dio a Sakura, eliminó todos sus pensamientos subjetivos, creyendo que eran inútiles, sin darse cuenta de que en realidad eran muy necesarios. Esto incluso era algo que Kagura tenía en cuenta, mencionando que si se guiaba únicamente por el sentido común, solo obtendría respuestas mediocres. Gaku se alegraba de que la chica también lo entienda, agradeciéndole por hacerle ver que todo esto, el placer de las cosas y el amor que debía poner en ellas eran muy necesarios para crear algo. Este plato combina la subjetividad y la objetividad para lograr un equilibrio sabroso junto a un efecto de sublimación. Asakura menciona esto alagando el trabajo que hizo. Gaku comenta que lochasuke era un plato simple que incluso podía servirse en un restaurante de alta categoría. Todo se trataba de mantener un equilibrio para obtener resultados. Sin duda, las matemáticas y la cocina eran muy parecidas. Aunque la cocina no se trataba de la subjetividad del chef, sino del cliente en sí, cometer un error podría tener muchas consecuencias. Pero si ese era el caso, Gu pregunta qué japonés no le gustaría probar un buen Ochasuke. El diputado se muestra de acuerdo con el prota. Ese pensamiento subjetivo fue muy acertado por su parte. Luego de tal espectáculo, Kagura y su padre estaban listos para irse. El prota le entrega a la chica un libro que se estaba olvidando y ella se lo quita con fuerza, sorprendiendo un poco a todos, aunque al final agradece haber probado su platillo, admitiendo que hacía ya mucho tiempo que no se sorprendía de algo hecho por él. La reacción de la chica no le había gustado mucho a su padre, pero luego vemos por qué realmente ella se puso tan nerviosa cuando Gu tomó su libro. En el restaurante, el prota le pide a Sakura que por favor lo acepte como cocinero una vez se gradúe de la academia. Él cree que solo en este lugar podrá volver a experimentar la verdadera emoción de las matemáticas y quiere ver hasta dónde puede llegar. Si bien el sueño de su padre era verlo como matemático, él lo convencería de que este es el camino que quiere seguir. Pero por ahora, Gu busca abrir esa puerta de la cual le habló. no quiere detenerse hasta el fin haberlo logrado. De este modo, a Sakura le advierte que será un camino duro. Después de todo, lo que harían aquí no sería solo conquistar a los clientes, sino desafiar a los dioses con su cocina. Damos un pequeño salto en el tiempo. Los estudiantes más destacados y quienes lograron ingresar a la Universidad de Tokio estaban siendo premiados, entre ellos Gu. Muchos comentaban que él se retiró luego de haber sido admitido. Algo que sorprende mucho a Womi por parte del presidente. Nuevamente se siente humillado por las acciones del prota, pero a él no parece importarle mucho lo que diga, pues asegura que podrá mantener su reputación después de haber terminado aquí. Antes de irse, Womi se acerca a Gu, diciéndole que fue muy imprudente con sus acciones. Sin embargo, ella no dudaría en ayudarlo si lo requería. Su escuela también estaba en Tokio, así que si necesitaba algo, solo debía llamarla. En casa, Gu comparte con su padre un Ochasuke. Él se sorprende por el sabor que este tenía. El prota le explica cómo lo preparó y qué utilizó para realzar su sabor, algo que termina sorprendiendo bastante a su padre. Ambos tienen un almuerzo tranquilo donde Goku recuerda los buenos momentos vividos con él. Más tarde, ambos finalmente se despiden uno del otro. El padre de Gaku nunca pensó que él escogería este camino, pero era su deber apoyarlo en todo. Lo había hecho bien hasta ahora, así que confiaba en que daría lo mejor de sí. Sambuirse en un mundo donde nunca estuvo será difícil, sin embargo, sabe que estará acompañado, así que no deberá enfrentarlo solo. Luego de esto, Gu se va. Si bien él sabe que el sueño de su padre siempre fue verlo en la universidad, quiere demostrarle la nueva visión que tiene ahora. una visión en la cual se veía a sí mismo como aquel que cambiaría la industria de la gastronomía. Nos trasladamos a Tokio. Vemos a Gaku sentado en un parque haciendo un par de apuntes. Asakura llega al lugar y se pregunta qué estaba haciendo. Gaku se sorprende y le dice que estaba esperándolo y que mientras lo hacía decidió hacer unos cálculos observando el extraño patrón que tenían al caminar las personas de Tokio. Asakura no entiende a qué se refiere exactamente, sin embargo, el prota solo se disculpa por haberlo hecho venir, sabiendo lo apretada que es su agenda, asegurando que lo compensaría trabajando muy duro hoy en su restaurante. Asakura agradece su optimismo, pero menciona que no será necesario, ya que él empezará a trabajar a partir de mañana. El día de hoy lo único que tendrían que hacer sería buscar un lugar donde vivir. Pasado un rato, Sakura lleva a Gaku a un apartamento cercano. Allí el prota explica que su padre estaba agradecido con el joven chef por aceptarlo en su restaurante. Además, Gu confiesa sentirse aliviado de que le haya conseguido un lugar cómodo, pues cuando vio los precios de los alquileres en Tokyo, se había asustado bastante. Debido a que a Sakura no le pagaría mucho, al principio, decidió traer a Gaku a un lugar que no solo podría pagar sin dificultad, sino que también podría ayudarlo a mejorar. Y es que el joven chef revela que ese lugar en realidad era su propio hogar. Así es. Asakura menciona que a partir de ahora él le ofrecería techo y comida hasta que puedan cumplir el objetivo con el cual estaban allí. Al intentar mostrarle la habitación en la que Gu se quedaría, Sakura no contaba con que había olvidado un pequeño detalle. En ese momento vemos que una chica estaba dentro del lugar en paños menores. Esto impacta a Gaku, aunque por parte de Sakura, él se muestra frustrado al darse cuenta de que había usado esa habitación la noche anterior y no la había desocupado. Sin perder mucho tiempo, el joven chef echa la chica para darle paso a Gaku. Esto después de que ella se mostrara diferente con el prota. Posteriormente, a Sakura finalmente le da la bienvenida a Gu como se debe. Más tarde, el joven chef se encarga de preparar la cena. Al terminar sirve los platos revelando que había cocinado nuevamente una pasta napolitana. El prota se siente mal al ver que a Sakura se tomó la molestia de cocinar. Sin embargo, él responde que no había problema, ya que rara vez tenía la oportunidad de cocinar al no estar siempre en casa. Como chef propietario, sus responsabilidades eran muchas y eso era algo que no podía evitar. Aunque Goku se ofrece ayudar con las tareas del hogar, a Sakura le comenta que tampoco era necesario. Él comenta que Nene siempre venía a arreglar todo en su casa, considerándola perfecta en su trabajo. Aunque no era muy eficiente en la cocina. Por ahora, el único trabajo que quería darle a Goku era descubrir cómo crecer como chef profesional. Solo así podría abrir esa puerta de la verdad que tanto había esperado. De no poder hacerlo, le advierte que lo consideraría un inútil y lo mandaría de regreso a su hogar. Gaku se muestra muy atraído por la napolitana. Asakura lo nota y comenta que había decidido usar la misma receta que Gu preparó aquella vez en la villa del presidente. Una receta llena de recuerdos la cual había modificado para mejorarla. Gaku no puede creer que le haya dado un giro a esa napolitana. Nota que no era tan roja como la que preparó la última vez, pero el olor que emanaba era mucho mejor y al probarla la explosión de sabores finalmente lo impacta. era algo completamente irreal, como si esta receta no solo hubiera sido modificada, sino transformada por completo. Para Gaku, la napolitana que le había servido al presidente ese día, no se comparaba en absoluto lo que estaba comiendo en ese momento. Esto era un nivel completamente distinto. No solo había realzado el sabor del tomate, a Sakura lo había complementado con una carne tan jugosa como la langosta, lo que hacía que el umami fuera aún mayor, logrando una combinación perfecta. Los ingredientes de alta calidad que había usado el joven chef y la forma en que los añadió hacían que mientras más se masticaba se sintiera muy novedoso. ¿Cómo puede la pasta napolitana ordinaria saber tan bien? Asakura hace esa pregunta y luego intenta confirmar si acaso G usó su forma de pensar matemática para descubrir la fórmula que él aplicó. Sin embargo, el proto estaba tan impactado que no encontraba forma de que alguna de sus recetas pudiera llegar a saber tan bien. Asakura se da cuenta de que es incapaz de lograrlo, considerando su cerebro inútil, lo cual era un gran problema para él. Asakura quería que Gu abriera la puerta de la verdad, por eso deseaba convertirlo en su mano derecha. El único plato que podría lograrlo era aquel que aún estaba por descubrirse en la historia del universo. Después de todo, la historia de la cocina también era la historia de la humanidad. Él romperá con la historia creada por sus antepasados para crear algo sin precedentes e inigualable. Primero debe buscar una sensación familiar al cocinar y también se preocupa por sus perspectivas. Por eso, la misión de Gaku será preparar comidas personales que satisfagan a los miembros de Ke antes de comenzar con los clientes. Deberá probar su talento con los empleados, quienes eran extremadamente exigentes en este ámbito, especialmente dos de ellos, Milo y Jotei. Ambos ya tenían la capacidad de abrir su propio restaurante, pero cada uno tenía sus razones para seguir trabajando con él. Tenía una semana para obtener la aprobación de todos. Si se pasaba, lo despediría en el acto. Asakura sabía que si se estancaba agotaría su talento y sería inútil que sea su sustento. Una palabra que ya había mencionado que seguía rondando en la mente de Gu, añade que buscar la sensación de familiaridad no lo ayudaría aquí. Por ende, deberá deshacerse del sentido común que tiene ahora y descubrir por sí mismo qué hizo que la napolitana supiera tamban bien. Deberá convertirse en su sustento para crear algo sin precedentes e inigualable. A partir de mañana comenzará todo, así que será mejor que se prepare. El solo hecho de pensar que Sakura buscaba devorar el talento que tenía lo hacía sentirse intimidado. Aún así, Gu le asegura que lo hará. Ya lo arriesgó todo para venir hasta aquí, así que dará todo de sí para lograr su cometido. Al día siguiente, Goku recibe de parte de nenés un nuevo uniforme. Al ser un aprendiz, deberá aportar uno blanco, ya que primero debe consolidarse como profesional antes de poder usar el uniforme negro que todos los miembros de Ke llevan. En ese momento, Ragna aparece en la oficina del personal. Ella entra apenas vestida, ya que no esperaba que hubiera alguien más además de nene. Luego, la pelir roja le advierte al prota que no se concentre únicamente en pensar qué cocinará para el personal, sino también en cumplir con sus labores como ayudante. Gaku está muy motivado, decidido a dar lo mejor de sí para obtener la aprobación de todos. Sin embargo, al llegar, Gu se da cuenta que todo sería completamente diferente a como lo vivió días atrás. Nene comenta que ahora trabajará con 15 empleados expertos en sus respectivos ámbitos, tanto meseros como cocineros. El protas se presenta ante todos y aunque nadie parece prestarle atención, casi al instante dos empleados de Keercan a él trayendo unas papas. Uno de ellos le indica que las pele y las corte en cubos de 3 mm. Gaku sigue las órdenes logrando un gran trabajo tanto con las papas como los demás ingredientes que le van dando. Él nota que la mayoría del personal es extranjero, lo que le hace entender que todos venían de distintas partes del mundo para aprender en este restaurante. Los empleados parecen confiar en que Gu hará un gran trabajo, lo cual lo alegra. Sin embargo, queda confundido cuando quienes lo ayudaron se niegan a decirle sus nombres, afirmando que no es necesario. Luego Asakur aparece indicando que deberán trabajar con la misma eficiencia de siempre, pues las reservaciones debían cumplirse la perfección. Tras decir esto, comienza un gran movimiento en la cocina. El ritmo de trabajo de cada uno era intenso, lo que deja Goku confundido e incapaz de seguirles el paso. Todo empeora cuando el proterrores. Trabajar en un restaurante requería ser rápido y al mismo tiempo impecable. No se podía cometer ningún error, especialmente en uno que era de alta categoría. Toda esta presión comienza a afectar a Gaku, quien aunque intenta adaptarse al ambiente se ve aún más presionado cuando lo regañan por cortar malas verduras. Él intenta solucionarlo volviendo a intentarlo, pero uno de los empleados le dice que no era necesario, pues lo mejor sería que se fuera a casa. Si bien al principio podría parecer que lo subestiman, en realidad se habían dado cuenta de que Goku apenas podía mantenerse en pie y eso que solo había pasado una hora. Aunque Goku trata de demostrar que se equivocan. Al tirar unas cosas en la cocina, decide rápidamente que lo mejor era retirarse. Avergonzado y decaído, se encuentra fuera del restaurante sin saber qué hacer. Todo lo había superado. No tenía ni el físico ni el ritmo necesario para mantenerse en la cocina. Estaba acabado. Sin embargo, recuerda nuevamente la advertencia de Asakura. El prota se niega a caer. Era normal que al principio no pudiera seguir el ritmo de los demás, pero ahora debía concentrarse en el juicio de la comida del personal. Solo así ganaría confianza, lo que a su vez lo ayudaría a mejorar sus habilidades. Nene llega al lugar donde está y le dice que ya es hora de preparar la comida del personal. le pregunta si acaso ya no puede seguir, pues si es así debería dejar que alguien más lo haga por él. El rostro exhausto de Gaku evidenciaba su falta de resistencia mental. Si bien al prota le gustaría aprender viendo cómo trabajan y probando las obras de lo que cocinen, eso ahora sería imposible. no podía cumplir con su tarea y no tenía ninguna pista de cómo hacerlo. Nene le sugiere que mejor deje que alguien más haga su trabajo, ya que estar aquí era demasiado duro y cualquiera podría agotarse. Al escucharla, Gu capta algo y le pide a nene que repita lo que acaba de decir. Ella lo hace y finalmente el prota encuentra la respuesta. Se dirige adentro a un algo nervioso, pero con determinación en sus ojos. Nene le dice que puede usar todos los ingredientes que quiera siempre que logre preparar una buena comida que satisfaga al personal. Gaku le agradece, pero cree que no era necesario llegar a ese extremo. Rápidamente pide que le pasen todos los ingredientes sobrantes que tengan, carne, verduras e incluso los cortes brunoazas que arruinó antes. Usando todo eso, comenzaría de una vez con su preparación. Todos lo observan pensando qué clase de comida prepararía el prota. La más expectante era Ragna, quien solo podía esperar algo inesperado viniendo de Goku. Después de una larga espera y ardua preparación, Goku finalmente sirve los platos a cada uno de los empleados. Un guiso anodino de papas y carne. Eso era lo que había preparado. Jotei queda sorprendido por el aroma, lo cual capta interés de los demás, especialmente el de Asakura. sorprendiéndose más cuando Gu les pide a todos que por favor prueben su platillo. Tras presentar el platillo que deberán degustar los integrantes de Ke, estos le recuerdan nuevamente a Goku que si no logra convencer a la mayoría del personal será expulsado del restaurante. Finalmente, cada uno de los asistentes prueba la preparación del prota, un guiso mejor conocido en Japón como Nikuyaga. Si bien era algo sencillo, al probarlo, la mayoría quedó ligeramente impresionada por el sabor. Sin embargo, no solo destacaba por este, sino también por la peculiar textura que ofrecía, con un caldo sabroso y de agradable espesura que le otorgaba un toque especial tan solo por el primer bocado. Este tipo de comentarios alegran a Gaku, además de recibir elogios por utilizar diversos ingredientes que distinguían este plato gracias a su sabor asado. Esto debido al empleo de compuestos como la metionina y la prolina. Dominar el quemado era el gran secreto de esta preparación. La forma en que impregnó la salsa de soya también resultó impresionante. Marinar este guizo y añadir la sal en el momento preciso hizo que el sabor destacara aún más. Si hubiera una mejor manera de explicarlo, uno de los cocineros del lugar acertó la cantidad exacta de sal que usó al prota en su platillo, 0.8%. Además, gracias al corte errado de las papas que preparó con anterioridad, logró obtener un caldo que, sin duda, marcaba la diferencia. En palabras de Jote, este plato reunía todas las técnicas finas de cocina, un platillo japonés realmente increíble. Gaku estaba muy feliz y les comentó a todos que siempre se emocionaba cuando las personas comprendían lo que intentaba expresar. Al ser matemático, la mayoría no lograba comprender sus ideas, pero cuando encontraba personas capaces de hacerlo, se alegraba mucho. Ellos habían conseguido entender su platillo y él estaba satisfecho de que así fuera. Sin embargo, Jotai preguntó, ¿por qué preparar un plato como es? ¿Acaso solo quería impresionarlos cocinando algo sencillo? No, es sobre todo sustancioso. Tras responder esto, Gu explica que si bien este era un restaurante lujoso, no era motivo para que él preparara algo de la misma categoría. Entendió por las palabras de nene que todos estaban igual de cansados que él, pues la cocina era un campo de batalla. quería que escapara un momento de ese lugar tan tedioso. Esta es la razón por la cual decidió preparar este platillo. Gaku eligió un clásico familiar adaptándolo para volverlo más reconfortante y hacerlo su solución. Una idea subjetiva que logró impresionarlos, ¿verdad? Continuando, era hora de realizar la votación respecto a este platillo preparado por Gaku. Estaba emocionado por lo que ocurría, sintiéndose ligeramente confiado respecto a la decisión que tomarían. La sorpresa del prota fue grande al ver que solo dos personas dieron su aprobación. Milo, uno de los cocineros y la misma nene. El plato es totalmente rechazado y en el rostro de Gaku se refleja una gran decepción. A Sakura le menciona que para ser la primera vez dos votos eran una gran vergüenza. Gaku no podía creerlo. No tenía ninguna pista sobre cómo convencerlos. Sin embargo, el joven chef comenta que esa era la idea. No debía tener pistas. Jote se acerca a Gaku y le dice que aquí no solo buscan un plato que los recupere un poco. Tal como mencionó, la cocina es un campo de batalla, por lo que su objetivo como novato es aprender de ellos y tomar inspiración. Lo que desean es quedar impactados con un platillo, no con uno que no luche. Que solo sepa bien no era suficiente. Jti le pregunta si acaso entendió en lo que falló. Bueno, eso era en no prestar atención a la gente, pues hacer uniku yaga fue un error desde el principio. Tú no estás hecho para cocinar de este modo. Pasaron 5 días. Gaku estaba confundido y cayó en lo más profundo del abismo. Durante ese tiempo aún no se adaptaba al ritmo de los demás en la cocina. Seguía siendo torpe y peor aún no tenía idea de qué prepararles tras terminar todo. Los platillos queía eran rechazados uno por uno y no tenían ni una perspectiva clara. El prota lee algunos mensajes de su padre donde se nota que este realmente se preocupa por él. Si bien cree que debe estar ocupado, no duda en recordarle que su bienestar es lo más importante, dándole ánimos para continuar. Desesperado, Gu sigue lamentándose por lo ocurrido. Sin embargo, en ese instante escucha una voz familiar. Al voltear se da cuenta de que se trata de Womi. Ella explica que estaba buscándolo, por eso pasó cerca del restaurante, aunque no esperaba encontrarlo por allí. El prota comenta que hoy abrirían solo de noche, por lo que estaba en descanso. La rubia se alegra diciendo que le debe dar gusto verlo, aunque Gu nota que ella estaba algo diferente. Ambos conversan y Womi le cuenta lo ocurrido. Ella le había dicho antes que fue aceptada en una universidad por su habilidad en los deportes, específicamente en natación, aunque Wami no esperaba una cosa, ya que al unirse en los entrenamientos todo fue un desastre. En Tokio las personas eran verdaderos monstruos. no logró adaptarse al ritmo de los demás, esforzándose al máximo para conseguirlo. Sin embargo, al intentar dar lo mejor de sí, Womi terminó lesionándose. Detuvo los entrenamientos durante dos meses. La rubia estaba decepcionada, pues al ser la menos habilidosa del equipo, era una gran vergüenza lesionarse tan pronto. Tanto Gu como Womi coincidían en que Tokio no era un juego, aunque el prota comentaba que aún así no podía rendirse y volver a su hogar. No había marcha atrás. Tras decir esto, Woomi comenta que al pensar que se encontrarían, decidió prepararle un vento. No tenía mucho que hacer en casa, así que se puso a cocinar. Aunque no fue fácil debido a su pierna. Al probar la comida, Gu queda impresionado por el sabor. Womi cree que él ya lo notó comentando que se trataba de Miso traído desde su lugar de origen. Explica que su abuela se lo dio como regalo antes de irse a Tokio y ella le envió un poco más cada mes. Lo había puesto por todas partes del platillo y ciertamente era algo muy reconfortante. La rubia sigue hablando sobre lo importante que era esto en su vida y sobre cómo le hacía recordar a su infancia. Sin embargo, cada vez su voz se quiebra más y esto hace que sin pensarlo, empiece a llorar a tener un breve recuerdo de cómo eran las cosas antes. Gaku solo la observa, pero al recordar también a su padre despidiéndose de él, sostiene el rostro de Womiándola fijamente. Esto la sorprende preguntándose qué estaba a punto de hacer el prota. En ese instante, Gu le pregunta a su amiga por qué estaba llorando y por qué él también tenía tantas ganas de llorar. En ese momento, Gu recuerda las palabras que le dijeron en el restaurante, además de comprender por fin todo lo que ha visto hasta ahora. Para llegar a una conclusión, acabas de tener una revelación. Woomi le hace esta pregunta a Gu, dándose cuenta de que él por fin lo había conseguido. Ella sabe que incluso deprimido, el prota es capaz de hallar una solución rápida al problema que enfrenta. Desde que lo vio desafiar al presidente de la escuela y ponerlo en su lugar, se dio cuenta de que no era nada normal. Womi confiaba en que él podría lograr superarse, pues su mente matemática era increíble tras pedirle que se fuera, ya que no había tiempo que perder, le da ánimos para que logre su objetivo. En el restaurante K, todo el personal se dirige a la cocina para comenzar sus actividades, creyendo que Gu todavía no estaba listo para darles un plato que los lograra satisfacer. A pesar de que le quedaban dos días, ellos afirman estar decepcionados, pues al ver que Kai lo había recomendado, tenían las esperanzas de que lograría hacer la diferencia. Es más, no se sorprenderían si no llegaba a aparecer ese día. Sin embargo, su sorpresa es grande al ver que él no solo ya estaba dentro de la cocina, sino que tenía una mirada más determinante que nunca. Ji nota que el prota sostiene un cuaderno con apuntes, pero esto le da igual y decide dar la orden para iniciar el día. Inicia el movimiento en la cocina. Todos están más acalorados que nunca. Sin embargo, para sorpresa del personal, Goku empieza a seguirles el ritmo sin problemas. Prote empieza a adaptarse y anticipar cada orden de sus superiores. En ese instante, Kot revisa los apuntes de Gaku y junto a Sakura, nota que había analizado el patrón de movimiento dentro de la cocina. Al inicio, Gu se concentra solo en observar las acciones de cada uno, pero había olvidado algo importante. No solo debía analizarlos a ellos, sino también cada elemento, objetivo y el lugar en que se posicionaban, en especial sus gestos para definir su regularidad. Esto logra sorprender a los miembros de K. Sin embargo, el prota comprende que los humanos no son máquinas y estaba claro que un patrón no serviría de mucho, ya que a veces harían movimientos impredecibles. Debía aprender mucho más para adaptarse al 100%, algo que Jotey nota diciéndole que un humano aprende en el campo de batalla. Sus matemáticas no podían modelar eso. Gaku le da la razón, pero también comenta que algunas personas lograban adaptarse de otro modo. En su caso, lo hacía a partir de los números, mejoraría sus movimientos y optimizaría los de ellos ayudándolos. Esto, si bien no convence a la mayoría, dejaba claro que había mejorado y eso era en realidad. Al finalizar las labores del día, era hora de preparar la comida del personal. Todos en el lugar comentan que aún no había descubierto el error que cometió, ni la clave para enmendarlo. Además, solo le quedaban dos días para convencerlos. ¿Qué haría ahora? El prota responde que eso era suficiente. Es más, afirma que solo necesitarían este día para conseguir sus votos. Asakura responde que era un gran descaro de su parte decir eso, pero comprende que estaba muy confiado, por lo que quería saber qué palabra podría describir su plato de hoy. Ante esto, Guede responder nostalgia. Esto deja impactados a todos, incluso a Sakura. Comenta que le gustaría ver por sí mismo el proceso de su obra, por lo que pide a su personal que se retire de la cocina. añade que tomará la palabra del prota, así que deberá conseguir los votos hoy, de lo contrario será expulsado del restaurante. Más tarde, Ragna le comenta a sus compañeros que Kizagu por fin entendió que su primer platillo no alcanzó la unanimidad y por eso eligió trabajar con la nostalgia. Sin embargo, Guenta de que al ser extranjeros, cada miembro de Kei había crecido con distintos platillos familiares. En resumen, todos tenían un plato equivalente a lo que sería el Nikuyaga. En España podría ser el cocido, en China el Yangy en Francia el bekof. Esto era algo que el restaurante K tenía en cuenta, ya que también recibía clientes internacionales. Asakura se sentió orgulloso de que G lo hubiera comprendido, aunque aún se preguntaba qué cocinaría. Al escucharlo, Gagu mostró su marinado y comentó que la napolitana del joven chef había estado muy buena, lo que lo emocionó bastante. Pasado un rato, el personal entró y observó el platillo preparado por Goku. La carne estaba en su punto, pero la extraña guarnición gris despertaba muchas dudas, aunque todas esas dudas se disiparon al percibir un aroma peculiar. El primero en ceder fue Jotei probando un bocado de la carne con el extraño puré gris. Los demás lo imitaron y quedaron sorprendidos por lo que saboreaban. En ese instante, todos se preguntaron qué clase de platillo era aquel que les fue servido, a lo cual G responde para su sorpresa que se trataba de un Nikuyaga, uno, el cual lo había reinventado a su estilo. Un sabor diferente. Tras probar el Nikuyaga de Gaku, todos en el restaurante quedaron impactados por los ingredientes que utilizó para darle ese sabor tan especial a la carne. Mientras tanto, Gu explica la preparación de su platillo y junto a Sakura iban detallando cada elemento empleado en el proceso. Al igual que en su preparación anterior, este guiso se elabora con ingredientes en trozos grandes. Sin embargo, esta vez, tras obtener el caldo del nikuyaga, lo colocó en una bolsa al vacío junto con la carne. Luego la selló y la sumergió en agua a 56º. De esta manera, cada célula de la carne absorbería el sabor del caldo y a esa temperatura quedaría muy jugosa tras los 30 minutos de cocción. Luego, G sumergió la bolsa en agua helada para que el caldo se impregnara aún más en la carne. En resumen, aquel filete concentraba todos los sabores del niikuyaga fusionados de forma jugosa y armoniosa. Sin embargo, eso no era lo único que resaltaba. Había otro detalle que impactaba a todos, el puré. Para sorpresa general, Gu lo había preparado en vaso al quemado que utilizó la primera vez que hizo este guiso, solo que en esta ocasión decidió quemar primero las papas enteras antes de cocerlas en un caldo con leche. Y sin pelarlas, decidió aplastarlas para crear este puré que penetraba el olfato con solo rozar el aire, además de tener un sabor exquisito. De esta manera, Asakura resaltó que Gu, por decisión propia, había llevado este platillo japonés al límite, elevándolo a su máximo nivel. El prot explica que en un inicio su tema principal iba a ser la nostalgia. Sin embargo, decidió que este platillo debía ignorar por completo ese sentimiento y tomar un rumbo distinto, convertirse en una comida de talla mundial. Esa era también la razón por la cual la napolitana que a Sakura le preparó a Gaku resultó muy superior a la que él había cocinado para el presidente de la academia, ya que tanto este como el nikuyaga que preparó eran platillos capaces de ser disfrutados por cualquier persona en el mundo sin limitarse únicamente a un sentimiento familiar o a la nostalgia. En otras palabras, el Nikuyaga de Gaku estaba concebido para conquistar al mundo sin depender de nada más. Tras finalizar, algunos de los miembros de Ke provenientes del extranjero comenzaron a dar su punto de vista, comentando que quizás el platillo podría haber mejorado con la adición de ciertos elementos propios de sus tierras. Esto desconcertó a Gaku, quien pensó que había vuelto a cometer un grave error. Sin embargo, pronto se dio cuenta de que en realidad todos se estaban burlando de él y en ese instante cada uno comenzó a acercarse. Los miembros de Ke se fueron presentando uno a uno, destacando entre ellos algunos nombres como David Salopeña, Juang Minyang y Anette Bartoli, representantes del grupo extranjero. Además se encontraban algunos ya conocidos como Milo y por supuesto Magoroko Inui, aquel cocinero que en un principio se negó a revelar su nombre, pero que al final terminó igualmente impresionado por el espectáculo de hoy. Finalmente, frente a Gaku aparece Katsuya Jotei, quien le entrega un uniforme negro, dejando en claro que por fin había demostrado ser un verdadero profesional. Asakur estaba orgulloso de Gaku. Finalmente había logrado unir su mente matemática con la física y la química. Y no solo eso, había ido mucho más allá de lo que alguna vez imaginó. Se enfocó en las personas para mejorar, aplicando antropología. Este estilo le recordó a alguien en particular, Haime Joneda, un chef que aplicaba las matemáticas en la creación de sus platillos. En un principio fue ingeniero, pero más tarde decidió reconvertirse en la cocina. Gracias a su dominio de los números y gran investigación para perfeccionar sus preparaciones, logró hacerse un nombre, llegando a convertirse en un reconocido chef con tres estrellas. Sin duda, la mejor arma para analizar a la humanidad y al mundo eran las matemáticas. Por otro lado, en un bar vemos a un chico que pasa el tiempo jugando con dardos, sorprendiendo a los clientes de lugar. Cada vez que acertaba en el blanco anotaba un apunte. Sin embargo, había algo en particular que llamaba mucho la atención, pues este tenía una foto junto a dos personas, las cuales eran algo conocidas. Con el paso del tiempo, tras ser aceptado plenamente por los miembros de Ke, Gu decide agradecer a Womi por toda la ayuda que le brindó. Desde entonces, ambos mantienen un contacto constante. Meses después, vemos a Gaku esforzándose al máximo por seguir sobreviviendo en la cocina. Él le cuenta a la rubia que al final del día sigue cocinando para el personal, sorprendiéndolos con platillos realmente fascinantes. En esta ocasión había preparado un omurice sin necesidad de sartén, logrando una cremosidad y un sabor sin igual que una vez más terminan dejando a todos impactados. La relación con sus compañeros también iba mejorando poco a poco, hasta el punto en que algunos incluso llegaban a pedirle consejos a Gaku. Tal era el caso que Magoroku, quien estaba enamorado de Ragna y buscaba una forma de acercarse a ella, a lo cual el Prota, fiel a su estilo, intentó darle una solución recurriendo a las matemáticas. Sin embargo, no todo era bueno. Gako aún no tenía permitido cocinar para los comensales del restaurante y eso lo dejaba con una fuerte confusión. Si realmente quería mejorar, servir únicamente al personal de Ke no era suficiente. Mientras no pudiera subir al escenario, jamás lograría desafiar a los dioses de la cocina, tal como había dicho a Sakura. Además, temía que en algún momento reviviera aquella situación que lo había marcado en el pasado. Gaku se sincero con Womi, diciéndole que deseaba servir a los clientes del restaurante. Sin embargo, antes de que la rubia se dé cuenta, él terminó quedándose dormido a mitad de la conversación. Esto la enojó un poco, aunque al final comprendió que Goku simplemente había llegado a su límite. Nos adentramos en la mente de Gaku. El prota comienza a tener un sueño extraño en el que a Sakura finalmente le da luz verde para cocinar para los comensales del restaurante. Gaku se muestra eufórico, aunque al mismo tiempo siente curiosidad por saber a quién serviría primero. Justo en ese instante aparece Kagura. La chica habla con Gaku sobre la importancia de estar preparado para cada cliente que se presente. Si llegaba a cometer un error, significaría fracasar en su deber de satisfacerlos, pues el verdadero reto del prota era estar siempre a la altura para demostrar que era un profesional. Sin embargo, aquello resultaba mucho más complejo de lo que Guaginaba. La única forma de hacer un buen trabajo, según Kagura era imaginar que cocinaba para la persona que más deseaba evitar. Gaku no lo entendía, pues no tenía nadie a quien quisiera rehuir. Sin embargo, Kagura le advierte que si eso era cierto, entonces debía intentar cocinar para él. En ese instante, frente a Gu, aparece el mismo chico que habíamos visto jugando con dardos. Al observarlo, Goku se dirige a él llamándolo Girose. El prota comienza a tener recuerdos en los cuales este chico se mostraba como alguien muy frío, menospreciando la habilidad de Gaku en las matemáticas cada que podía. Incluso en las olimpiadas de matemáticas. El prota se sentía muy inferior a él. Y esto porque la forma de pensar de Girose chocaba de manera totalmente contraria a la suya. En eso vemos a Sakura intentando despertar a Gaku al notar que estaba teniendo una pesadilla, pero no era el único presente allí, ya que también estaba acompañado por Ragna, quien algo apenada se retira del lugar después de que el joven chef le pidiera que regresara a casa. Más tarde, Gu se disculpa por haber hecho ruido mientras dormía. Asakura nota que incluso en sueños el prota anhela la oportunidad de cocinar para los comensales, algo que este no niega en absoluto. El joven chef termina de preparar la cena del día. Finalmente, a Sakura sirve un humorizado en el que hizo Gaku tiempo atrás, pero como era de esperar, este platillo había sido perfeccionado aún más. El joven chef añadió ingredientes finos como la trufa blanca, además de mejorar la textura para que armonizara por completo con el arroz. Aprovechando las notas dulces, y Umami de la trufa blanca consiguió una gran combinación con el arroz preparado como risoto. Asakura notó que Gu tenía la mala costumbre de no usar ingredientes finos en sus preparaciones, señalando que ese era un gran error, pues debía aprovechar todo lo que estaba a su alcance para elaborar un buen platillo. Después de decir esto, también menciona que se dio cuenta de algo curioso, ya que Gu estaba ocultando un rival que lo perseguía incluso en sueños. Asakura descarta Kagura viendo que ambos se llevaban bien. Pero Gu comenta que esa persona a la que se refería también era su amigo, o al menos lo fue en el pasado. Gaku habla de Girirose, a quien consideraba alguien con quien solía conversar a fondo sobre matemáticas. El prota quería cambiar el mundo siguiendo este rubro, pero fue el Peliesul quien le abrió los ojos sobre esta decisión. Desde la secundaria, Gu empezó a sentir que él era muy superior y cada vez que hablaba con él solo veía la suma de sus debilidades. Así se volvió cada vez más imposible charlar con Girirose. Asakura entiende que tanto Gu como el Pel azul se alentaron mutuamente al fin y al cabo, en cierto punto miraron en la misma dirección. El prota le pregunta al joven chef si él también tuvo algún rival. Asakura no solía hablar de su vida y al escuchar esta pregunta hace una pausa para luego mirar una vieja foto suya. Se podría decir que sí, pero en lo que a mí respecta, estoy donde estoy porque logré vencerlo. Asakura se da cuenta de que tal vez Gu tendría miedo si Girose llegaba a ser un comensal al cual debía atender. Por eso decide revelarle el motivo por el que no le permitía atender a los clientes de Keu aún no había logrado apropiarse de la mejor arma que tenía en la cocina, las matemáticas. Para que pudiera empezar a sobresalir sin estar contra la pared, primero debía tener un dominio completo de ellas, aunque tal vez podría ayudarlo a mejorar si le presentaba alguien que lo intimidara como lo hacía Girose. Sin embargo, el joven chef revela que esto es solo una broma, pues no podía perder tiempo en ir a buscar a su amigo solo por él. Gaku cree que eso era obvio. Además, no piensa que alguien como Ichitaro Jirose se interese mucho en la cocina viendo que ahora estaba en el extranjero. A Sakura se sorprende al escuchar el nombre completo del Pelieul, preguntando si recientemente ese chico había ganado un premio. Gaku responde que sí, pues Girios estaba entre los galardonados de los premios de matemáticas Masami Kusonose. En ese momento, Asakura revela que hace dos meses recibieron una carta solicitando que los miembros de su restaurante se encargaran del servicio de dichos premios. Ante esto, G se muestra intimidado, pues ya sabía lo que estaba a punto de decir el joven chef. De forma repentina, a Sakura se acerca a él para comentarle que esta era una oportunidad de oro, ordenándole cocinar en este evento. Esto era el destino, así que no podía retractarse de ningún modo. Por otro lado, vemos a Kagura hablando por teléfono con nada más y nada menos que Girose. Él comenta que se la estaba pasando muy bien en el extranjero, aunque también extrañaba un poco verlos a ambos. Giro se sabe que G estaba en la misma universidad que Kagura. Por eso quería que se reunieran una vez estuviera de regreso en Japón. La chica no cree que Gu quiera verlo, pero Giro se asegura que ambos se cruzarán tarde o temprano. Eso siempre había sido inevitable. Y mientras sigue lanzando dardos, le deja en claro a Kagura que junto a ella y su amigo seguro logrará revelar los secretos del universo, siendo esta la razón del por qué tenía muchas ganas de verlos. Finalmente, Girose es galardonado durante los premios Masami Kusunose. En el lugar se encuentra con Gaku, quien lo felicita por haber obtenido su premio. Ambos charlan un poco y el Pelesul se sorprende de que su amigo se haya vuelto cocinero, aunque Gu aclara que todavía sigue siendo un aprendiz. A pesar de ello, Girir se cree que él solo era el más capacitado para hacer su servicio. Ante esto, el prota responde que había preparado un plato único que solo podía ser hecho por él mismo. Aunque al revelarlo no se ve absolutamente nada. Todo comienza a tornarse extraño, con todos mirando con decepción a Gaku, incluidos a Sakura y el mismo Girose, algo que empieza a alterar un poco al prota. Posteriormente se revela que todo era un sueño, una pesadilla provocada por una noticia que aún debía procesar en su mente. Nos trasladamos a la Universidad de Tokyo, donde nuevamente encontramos a Kagura. Observamos que ella mantiene una gran distancia con sus compañeros, apartándose para almorzar sola. Sin embargo, de repente se encuentra con Goku, quien había ido a verla para conversar un poco. La chica termina enterándose de lo que el prota haría en unos días y comprende lo difícil que sería para él cocinar en un evento como los premios, especialmente porque Girose sería su primer cliente formal, alguien que no abandonó ser matemático como lo hizo Gaku. El prota nota que su excompañera sigue siendo muy directa, lo que le incomoda un poco. Luego, Gu, menciona las recientes pesadillas que ha estado teniendo sobre cómo sería el momento de reencontrarse con el Peli azul. El solo hecho de pensar que debía satisfacer a Girirose lo estresaba tanto que por más que intentara no podía concentrarse. La idea de fallar ante alguien como él hacía que el terror lo invadiera profundamente. Algo curioso es que ese sentimiento emociona un poco a Kagura, aunque pronto se recompone. La chica piensa que G solo fue a verla por lo de Girose, sin embargo, él aclara que no es así, pues en realidad ella era la única persona con la que podía hablar de ese tema. Después de eso, Kagura le ofrece un sándwich y él la sorprende al darle uno de los suyos también. Como pensó que era de mala educación presentarse sin llevar nada, Goku había preparado algo para ella. Ambos intercambian sus alimentos y al probarlo, Kagura nota que los sándwiches de él estaban fritos, preguntándose si realmente podían considerarse como tales. Sin embargo, al probarlo, todas esas dudas desaparecen. El sabor de aquel sándwich era algo totalmente nuevo, una explosión que llenaba su mente de una sensación sumamente agradable. En cuanto a la receta, aunque parecía algo sencillo, bastaba para transformarse en un platillo más que delicioso. Dos panes rellenos de tocino frito, salsa de tomate y huevos revueltos a medio cocer tras freírse en abundante aceite, esta receta, que podría asemejarse a una empanada, lograba que la combinación de ingredientes resultara casi perfecta. Kagura prueba los demás sándwiches y queda impresionada con las diferentes variantes que encuentra. Además, los sabores únicos de cada uno resultaban realmente sorprendentes. Gao explica que al estar cerrados, los ingredientes en su interior eran toda un incógnital momento de probarlos. La explosión de sabores al descubrirlos lograba diferenciarlos mucho de un sándwich tradicional o un panini. Al notar la expresión de Gaku mientras hablaba, Kagura recuerda fugazmente su pasado, comprendiendo que esa mirada lo hacía ver más fuerte. Antes de conocer a sus dos amigos, ella solía pasar la mayor parte del tiempo sola sin tener con quién compartir su pasión por las matemáticas. Para ella, la diversión de los demás era un concepto ajeno y del mismo modo, el resto no lograban comprender su manera de pensar. Kagura decidió apartarlos para concentrarse en sí misma y avanzar sin depender de nadie. Al menos eso creyó al inicio. Todo dio un giro cuando finalmente conoció a Gaku. Él le hizo recordar su primera motivación para adentrarse en las matemáticas. La diversión, algo que Goku jamás perdió. En cambio, ella estuvo dispuesta a apartarse de todos, mientras que el Prota mantuvo siempre ese espíritu, lo que lo volvió casi imparable en su momento. No obstante, Kagura aclara que ahora es mucho mejor que él. Al haberlo conocido, le impulsó a llegar hasta donde está ahora. Podría decirse que Gu contribuyó un poco en el avance de su rival. El prota le da la razón, agregando que esa misma mentalidad tuvo otro significado cuando conoció a Girose. Al enfrentarse a alguien tan superior, decidió esforzarse al máximo. De lo contrario, esas emociones negativas seguirían atormentándolo. Kagura comprende los sentimientos de Gaku, pero le recuerda que incluso los principios matemáticos trascienden a las emociones humanas. En el pasado, muchos se enfrentaron a estos con toda su humanidad. El prot admite que aunque Girose hizo que olvidara la idea del disfrute, él logró recordarlo justamente el día en que cocinó para la chica. Sin embargo, aún así podría decirse que hoy en día está donde está gracias a ese suceso. Al mirarlo, Kagura confiesa que antes de que Giros se alcanzara un nivel superior, lo que más disfrutaba eran las charlas que compartían los tres. Ahora incluso ella se aburría. Aunque en el fondo le gustaría regresar a aquellas épocas de secundaria. En ese instante, Gu le agradece a Kagura por hablar con él, logrando emocionarla ligeramente. Justo entonces el prota recibió una llamada inesperada. Era Womi. Tras conversar un poco, la rubia le comenta que estaba feliz por superar su récord una vez más y que quería preparar la cena para los dos esa noche. Lo curioso es que ahora ambos se llaman por sus nombres de pila, lo cual enfurece a Kagura. De repente ella golpea a Gu sin dudarlo y se marcha de inmediato. El prota queda desconcertado mientras continúa hablando con Womi. Más tarde, Asakura reúne a todo el personal para asignar quiénes se encargarían de servir la comida en el hotel Taijo, donde se llevarían a cabo los premios Masami Kusunose. Quien estaría a cargo del postre sería Jotei, mientras que Milo se ocuparía del pescado. Magoroku comenta que era un gran honor servir platillos en un evento tan importante, aunque los demás apoyarían a Sakura en la preparación. Presentar una idea propia era algo muy distinto. Sin embargo, respecto a los tres platillos restantes, la entrada, la sopa y la carne, el joven chef comenta que estaban abiertos para todos. Esto deja perplejos a los miembros de Ke, pues significaba que cualquiera podría ocupar esa plaza para presentar propuestas propias, con la excepción de Milo y Jotei. Ante esto, todos comienzan a postularse para ocupar una plaza y el entusiasmo que mostraba cada uno era sorprendente. Gaku también decide participar, aunque Sakura ya le había asegurado que él cocinaría. El Prota no quería ningún tipo de favoritismo, por eso tomó la decisión de demostrar su valía en igualdad de condiciones. Así que Gu les anuncia a todos que se postulará para cocinar los tres platillos. La noticia sorprende a los miembros de K, pero él estaba decidido a darlo todo, no solo para dejar atrás a Girirose, sino también para ganarse un lugar y cumplir su deseo de cocinar al fin para los clientes. Tras cerrar el restaurante, el personal de cocina se dirige a sus hogares con la intención de practicar para la prueba que a Sakura les haría en tr días dentro del restaurante. Kaku es quien se muestra más tranquilo, a pesar de haberse ofrecido a preparar tres platillos al mismo tiempo. Nene y el personal encargado de atender a los clientes le preguntan por qué estaba tan relajado. El prota responde que aunque solo lleva se meses allí, quiere sentir la presión de asumir un reto tan ambicioso. En ese instante, Magoroku piensa que la idea de Gaku podría resultar motivadora, pero también peligrosa si llegaba a cometer un error en alguno de los platillos, aunque en cierto modo aquello le beneficiaría si el prota no lograba mantener el ritmo. Gaku entonces le pregunta al pelir rojo qué tipo de sopa prepararía. Si bien en un inicio él no quiere responder, el prota sugiere que tal vez ambos podrían trabajar juntos degustando sus platos y dando una opinión entre ellos. Kai sería quien juzgaría a todos y sería bueno tener la opinión de alguien viendo que él sería el que dará el voto final. De este modo, Magoroko y Gu deciden trabajar en equipo hasta el día de la votación. Ya en la casa del pelir rojo, ambos comienzan a preparar sus respectivos platillos. Durante la práctica, Magoroku señala que aunque aceptó la propuesta, él podría mentirle acerca del platillo que pensaba preparar o darle un mal consejo con tal de arruinar su receta. Esto sorprende al prota, quien no había considerado esa posibilidad. Finalmente, ambos degustan sus platillos. Gaku prueba la sopa de Magoroku y comenta que estaba realmente deliciosa. Sin embargo, el cumplido no resulta de gran ayuda para el plejo, aunque admite que la sopa del prota también estaba bastante buena. Magoroku considera que la brecha entre ellos sigue siendo demasiado grande y duda que Gu pueda superarlo en tan solo tres días. Aún así, continúan compartiendo ideas durante un buen rato. En cierto momento, el prota le confiesa que estaba muy interesado en el estilo de vida de Magoroku, ya que ambos compartirían algo en común. Ninguno era originario de Tokio. Magoroku cuenta que sus padres lo habían renegado, por lo que solo podía permitirse aquel pequeño apartamento. El prota se sorprende, aunque lo que más le impacta es descubrir que el padre del pel rojo tenía un restaurante tradicional en Kyoto. Esa reacción provoca el enojo de Magoroku, convencido de que Goku lo estaba juzgando por ello. Gaku aún no entiende como alguien como él terminó trabajando en el restaurante K, inspirado en la cocina francesa. Ante esto, Magoroku finalmente decide contar su historia, aunque entendía que las técnicas usadas en el restaurante de su padre eran tradicionales. Inspiradas en la cocina feudal de Kyoto, no dejaba de cuestionarse por qué debían seguirse al pie de la letra. El padre de Magoroko era muy tradicionalista y consideraba una vergüenza que su hijo dudara de su herencia. Aún así, el pelirrojo sentía orgullo por él, aunque su relación no fuese la mejor debido a que él siempre había sido diferente. Por ello, Magoroku decidió explorar nuevos estilos de cocina por su cuenta. De este modo llegó a Tokio, donde descubrió el restaurante de Asakura y quedó cautivado por los platillos que servía, que no eran ni japoneses ni occidentales, justo lo que había estado buscando. Así, Magoroku continuó su camino en K experimentando y perfeccionando su cocina. dejó en claro que aún sentía un gran respeto por su padre. Por eso, su mayor sueño era tomar todo lo aprendido con a Sakura y usarlo para revolucionar la cocina de Kyoto, transformándola en algo inimaginable que ampliará sus horizontes. Algo lo cual terminó alegrando a Gaku. Finalmente había comenzado. Los tres días pasan y el momento de seleccionar los platillos llega. Todo estaría en manos de ellos. Pero, ¿qué es lo que pasaría ahora? Nos trasladamos al departamento de Magoroku, donde Gu recibe de su colega información sobre los demás integrantes de Ke, haciendo énfasis en sus orígenes y las habilidades que emplean al cocinar. Llegado el día de la selección, Magoroku finalmente presenta su platillo ante a Sakura Jote y Milo. Al destapar la bandeja, los tres quedaron sorprendidos por el aroma, en especial Milo. Al probarlo, la suavidad cremosa y el sabor que armonizaba perfectamente con el olor resultaban exquisitos. Aunque no se asemejaba del todo una sopa, sin duda era un platillo delicioso. Magoroku recurrió a sus raíces para crearlo sin dejar ningún vacío, o al menos eso parecía. Asakura comienza a juzgar el plato señalando que aunque aprovechaba bien sus aromas y el caldo resultaba interesante, al destapar la bandeja todo se disipaba en el aire. Su mejor atributo se evaporaría justo cuando los comensales presenciaran la ceremonia de premiación. Al no considerar el contexto de para qué se preparaba el platillo, Asakura no tuvo más que añadir, aunque en realidad sí tenía unas palabras más. Volviste a desperdiciar tu oportunidad, Magoroku. De este modo, el pelir rojo se retira dando paso al siguiente postulante, Hang, el extranjero proveniente de China. En esta ocasión presenta lo que llama una sopa Seigán de Morena. En su país es reconocida por elaborarse con serpiente, pero Wang decidió adaptar la receta y emplear pescado morena, algo menos intenso para el paladar japonés. Tras probarla, J se sorprende por la intensidad con la que se percibían los sabores del mar al masticar la carne y el pescado morena. Este último, en particular, armonizaba la perfección con los demás ingredientes. Frescura, calidez y un ligero toque ácido lograban que el plato resultaba accesible y agradable para cualquiera. Wong explica que preparó una sopa tradicional capaz de calentar el cuerpo en invierno con un sabor muy superior al de la serpiente. Basata en la cocina medicinal era un plato que solo él podía elaborar. Esto sorprende a Sakura, pues Wang había decidido apostar todo por los sabores del viejo Hong Kong. Si bien casi siempre mostraba un semblante serio, Juan se iluminaba al hablar de su tierra natal. Hong Kong, China estaba orgulloso de su linaje pese a no provenir de una familia dinerada y había llegado hasta aquí para perfeccionar su cocina, la cual según él era muy distinta a las cuatro grandes tradiciones chinas. Algunos restaurantes que él conocía cerraron de forma repentina, llevándose consigo aquellos sabores que tanto apreciaba. Por ello, su meta era preservarlos para siempre, pues no quería que desaparecieran en el futuro. Aunque no sería un camino sencillo, Wang no imaginaba que alguien terminaría ayudándolo. Esto ocurrió tras conocer a Sakura, quien lo invitó a Japón luego de probar uno de sus platillos, el cual tenía ese algo diferente que captó su atención. El proveniente del gigante asiático regresó a la cocina feliz después de recibir alagos por su sopa. En ese instante, Juan se plantó frente a Gu con la intención de meterle presión, sabiendo que era reconocido como el protegido de Asakura. Por ello, debía dejarle claro que en esta competencia darían todo lo que tenían. El siguiente en presentar su platillo fue Salo Peña. Viendo que apostaría por la entrada de carne, decidió servir un fricando de rescado de Akita. En el pasado, el español había estado de turista en Francia, donde por pura casualidad llegó al restaurante en el que Asakura trabajaba como su chef. Al inicio subestimó la habilidad del joven cocinero, sin embargo, quedó totalmente sorprendido tras probar uno de sus platillos, el cual tenía acentos japoneses. Desde ese momento, su interés por Japón creció y fue así como terminó llegando hasta aquí. Volviendo al platillo en sí, Milo se sorprende al notar que la carne no está basada, sino guisada. Además, ese sabor dulce y picante combinaba muy bien con el asado del pescado. Salo explica que usó Shutsuro, una salsa de pescado japonesa que decidió añadir en lugar de las anchoas. Este platillo era originario de España, pero optó por usar ingredientes japoneses para darle un umami distinto. En resumen, este platillo era una combinación de ambas culturas. Sin embargo, por alguna razón, aquello no parecía ser suficiente para Sakura, quien mostraba una expresión de ligera disconformidad. Desde la cocina se anuncia que Salo ya había sido evaluado y todos esperaban al siguiente en presentar su platillo. Para sorpresa de todos, Gu aún no había preparado ninguno de los tres platos que debía elaborar. Por consiguiente, Shishido se ofrece a realizar su presentación. Revela que ha preparado un capón asado. Sirve a cada uno pedazo, dejando los boque abiertos por el sabor tan extravagante que poseía. Dominar la cocción de un capón requería una maestría excepcional. Sin embargo, había logrado que cada parte quedara en su punto. Un muslo jugoso, una pechuga tierna y suave. La grasa refinada se derretía en la lengua a la temperatura perfecta. Pero, ¿cómo había conseguido cocinar todo el capón sin cometer un solo error? Shishido revela que había marcado el capón entero en la sartén, controlando cada punto de cocción y regando los muslos con su propio jugo para intensificar el sabor. Asakura resalta que esta técnica era impecable, pues al momento de servir en un evento, trinchar la pieza entera frente a los comensales generaba un efecto impactante. El joven chef señala que Shishido dejó de lado sus orígenes al enfocarse en la ceremonia, algo que Salo no había hecho sin considerar en ningún momento cómo debían atender al público. Tras oírlo, Shishido se inclina y afirma que todo lo aprendió de él, prometiendo que siempre le sería fiel al joven chef. Anteriormente, Magoroku le mencionó a Gu que Shishido ya contaba con la habilidad necesaria para inaugurar su propio restaurante. Sin embargo, por alguna razón, él optaba por permanecer al lado de Asakura de manera indefinida, algo que resultaba desconcertante. Los únicos que quedaban por mostrar sus platillos eran Gaku y Ragna. En ese momento, el prota tiene la duda de por qué la pelir roja trabajaba para Sakura. Ragna responde que eso no le incumbía. No obstante, la que termina aclarando la situación es Nene, quien explica que ella era la hija del anterior propietario de ese restaurante. Sin embargo, al quedar en bancarrota, Asakura se interesó en el lugar y decidió comprarlo. Ragna trabajaba como mesera medio tiempo y al descubrir cierto potencial en ella, Sakura optó por contratarla como cocinera. Antes de que Nene pudiera continuar, la pelir roja le intimida, obligándola a retomar la presentación de su platillo. Fue en ese momento cuando Gu al fin entendió todo, deduciendo que Ragna realmente permanecía junto a Sakura porque lo amaba. En ese momento, la pelirroja se le acerca cuestionando si lo que decía era un intento de distraerle en medio de su labor y ponerla bajo presión. No obstante, el prot aclara que no era así, aunque en efecto él la había visto una vez en la casa del joven chef mientras dormía. Él cree que se expresó mal y añade que quizás eligió trabajar con a Sakura creyendo que allí podría pulir su talento culinario. Gaku se siente satisfecho al comprender lo que impulsaba a cada uno. Aunque Ragna no entiende qué ganaba él con eso. Ella le recuerda que jamás vio en él ese brillo que distinguía a los miembros de Keu no era como ellos. carecía de una motivación real para superar esa gran prueba. No obstante, el prota lo contradice, afirmando que a Sakura le brindó la oportunidad de cambiar y afrontar su pasado. Además, estaba seguro de que aún tenía mucho por ofrecer y confiaba plenamente en ello. Finalmente, llega el turno de Gaku para mostrar sus platillos. No obstante, los miembros de Ke dudaban de que tuviera la capacidad suficiente para elaborar tres preparaciones diferentes, pero Gu asegura que no había motivo de inquietarse, pues tomó la decisión de combinar todos los platos en uno solo. Si bien puede resultar desconcertante, cuando empezó a servir a cada uno, Asakura experimentó una sensación peculiar para Jotei. Era un acto arrogante que Gu presentara entrada, sopa y carne en un solo plato. En cambio, los demás se mostraban confundidos, pensando que él no había comprendido que aquello era un banquete de celebración, aunque lo que ellos ignoraban era la sorpresa que llegaría después. Gaku presenta como entrada un tabulé de cucú, un plato norte africano elaborado a base de trigo que guardaba cierto parecido con el miso, recordando la sugerencia de Sakura de probar todos los ingredientes posibles, optó por usar una propuesta poco común. El joven chef deja de lado el tiempo que tardó en hacerlo, enfocándose en juzgar el sabor del platillo. Al probarlo, Jote y Milo quedan sorprendidos por el toque cítrico y las hierbas aromáticas. Además, perciben un gusto a tomate que lo hacía más fresco. Sin embargo, no era todo, pues el prótan lo había complementado con un exquisito sabor a mariscos. Gak utilizó caldo de almejas para fusionarlo con los tomates, luego lo combinó con los demás ingredientes y al final le dio un toque cítrico para realzar el sabor. Aunque la explicación era clara, todos notaron que los tres jueces no estaban tan convencidos como Shishi y Wang. Esto no logra convencer a Sakura ni a sus colegas. Pero en ese instante, Guide a nene que traiga otra cacerola. Un nuevo aroma se expande al destaparla. El prota explica que había esperado que probaran un tercio del tabulé, retirando los platos para añadirles un caldo preparado con diversos ingredientes marinos y hierbas. Siendo así, Gu finalmente presenta lo que sería su sopa. Cucu sayatrapanés. Esto toma a todos por sorpresa, sin poder creer que había transformado su entrada en una sopa. Recordando la dura crítica que le dio Magoroku durante los tr días de práctica, Gu se esforzó en crear un plato único dentro de su repertorio, aunque a pesar de intentarlo todo, no consiguió crear algo superior. A su plato aún le faltaba algo. Pero, ¿qué exactamente? El pelir rojo le había recalcado varias veces que carecía de sabor y al comprenderlo, por fin halló la respuesta. Al verter el caldo del tabulet de cucú, el sabor se potenció mucho más. La mezcla umami explotaba en el paladar, de modo que si la entrada tenía alguna carencia, con esto quedaba totalmente compensada. El prota pensó en presentar el potaje por separado para que cualquiera en el evento se sirviera a su gusto. Sin embargo, decidió cambiar la fórmula para que los comensales se sintieran más cómodos. Siendo así, el personal servirá el caldo indirecto cuando llegue el momento. Sin embargo, aún quedaba una última sorpresa. Para cerrar con broche de oro su presentación, Guidió servir la carne. Cerdo empanizado bien caliente. Lonchas de cerdo fritas tras ser cubiertas con harina, huevo y otros ingredientes dieron forma al plato principal de Gaku, cerdo empanizado con especias y avellanas. Lo había logrado. Consiguió presentar tres platillos en uno, realzando el sabor en cada etapa. Todo ese esfuerzo rindió frutos, dejando a los miembros de Ke sorprendidos ante semejante espectáculo. Gaku quería que su plato fuera una caja sorpresa impredecible, por lo que este fue el modo en que creó su receta del día. Asakura felicitó al prota, pero en ese momento alguien más se acerca. Ragna, ella traía consigo su entrada presentando así el último platillo de hoy. Terrina de fuagra. Más tarde, todos son reunidos en la cocina, pues había llegado la hora de determinar quiénes se encargarían de servir los tres platillos en el evento próximo. En un salón de clases casi vacío observamos a Kagura, quien recibe una llamada inesperada mientras intenta resolver una fórmula algo compleja en la pizarra. Ella no quiere que nadie le interrumpa en un momento tan crucial. Sin embargo, se sobresalta al descubrir que la persona con la que hablaba era Girose. De forma irónica, él pregunta si en verdad Gu se había convertido en cocinero. Resulta que la madre del Pelia Azul le había dado esta noticia después de conversar con el padre de la chica. Kagura lo confirma y considera que lo más conveniente ahora es que Girose deje de mencionarlo, viendo que decidió seguir un camino distinto al de ellos. Girirose no escucha a Kagura, emocionado por lo impactante que resultaba la noticia sobre Gaku, al estar en la cocina pensaba que era más probable que pudiera aprender nuevos conceptos matemáticos, convenciéndose de que él estaba allí únicamente para ayudarlo a cumplir su objetivo. Totalmente seguro de que Gu sería un asistente increíble para él. Sin embargo, Shirose considera que seguir hablando del prota sería en vano. Él ya hablaría con él cuando se encuentren, pero ahora quería tratar otro asunto con Kagura. Ella se sorprende, aunque también se muestra inquieta por lo que él estaba a punto de decir. Kagura comenta que también deseaba hablar con él sobre algo. La chica estaba a punto de decir que no pensaba ser la ayudante de Giiros en el futuro, pero en ese instante vuelve a ser interrumpida, pues el peleazul repentinamente le propone matrimonio a Kagura. Esto la toma por sorpresa, aunque Girose intenta explicarlo de mejor manera. Todo esto lo planteaba desde la racionalidad. pensaba que al compartir sus vidas le sería mucho más sencillo alcanzar las verdades de este mundo. Por ende, estaba convencido de que aquello era lo más lógico. Kagura no podía creer lo que oía, aunque sabiendo que Girose siempre había visto todo en términos de ecuaciones, no era de extrañar. Kagura siente que estaba siendo arrastrada por una fuerza inmensa y desconocida. Girose considera que hablarían más de esto en la ceremonia de premios. Sin embargo, antes de irse le dice a Kagura que mientras conversaban logró resolver la ecuación que tanta dificultad le causaba. explica cómo lo consiguió mientras Kagura permanece impactada tratando de procesar todo lo ocurrido en esos minutos. Con ello, la llamada llega a su fin y Kagura solo espera que Gu esté bien preparado para lo que se avecina, pues por su bien debía elaborar un plato capaz de dejar Boki abierto Girose si no quería ser arrastrado por su fuerza. Nos trasladamos al restaurante K, donde Milo está a punto de anunciar quiénes se encargarían de preparar los platillos en la ceremonia de premiación. Gaku sabía que no le otorgarían las tres comidas que había elegido preparar, pero con que le permitieran hacerse cargo de una de ellas era más que suficiente. Asakura charla unos minutos con Jotei y tras haber acortado todo como correspondía, finalmente hace el anuncio más esperado por todos en la cocina. Los encargados de preparar los platillos para la ceremonia serían entrada, ragna, sopa, wang, carne, shishido, pescado, milo. Los seleccionados celebran por haberlo conseguido. Sin embargo, Gu entra en un estado de shock. Sin comprender lo que estaba ocurriendo. Asakura menciona que no lo habían considerado apto para esos platillos. En realidad, el único que votó a su favor fue Jotei. Asakura reconoce que Gu lo hizo muy bien, mantuvo la calma en todo momento y dio lo mejor deía al preparar un platillo que reflejaba todo lo que es hoy. Pero aún así no fue suficiente. Todo comienza a desmoronarse alrededor de Goku, pues si no lo escogían, jamás lograría demostrarle su valía a Girose. Sin embargo, antes de continuar, Asakur aclara que no debía malinterpretarlo. Había conversado con Jotei sobre el asunto y habría un cambio de planes para él, quien se encargaría de servir el postre. Katsuajotei sería relegado del puesto y en su lugar entraría Gu Kitada. Todos quedan impactados por la noticia. Por otro lado, Kagura se muestra preocupada por el prota, señalando que él era el único que guardaba el secreto para preparar un platillo excepcional para Girose, por lo que no debía permitir que su fuerza lo arrastrara. En un parque, G sigue sin poder procesar lo ocurrido. Si bien a Sakura le había dicho que iba a enseñarle los fundamentos de la repostería y lo apoyaría hasta que encontrara su propia receta, aquello no le interesaba. A Gu. Nunca en su vida había hecho postres y solo quería aferrarse a algo sin comprender lo que estaba ocurriendo en su mundo. ¿Qué es lo que quiere al final? Ha pasado una semana desde que G fue elegido para preparar el postre en los premios Masami Kusunose. Durante ese tiempo, Wom intentó comunicarse con él como de costumbre, pero el prota no respondía ni sus llamadas ni sus mensajes. La preocupación la consumía, aunque hasta ese momento seguía sin tener noticias suyas. En casa, Gu había pasado la mayor parte del tiempo encerrado en su habitación. Finalmente, Asakura fue a buscarlo para su entrenamiento. El joven chef le dejó en claro que no tenía lección. debía aprender a hacer postres y la única manera era salir de allí. Practicar en K no bastaba, también tenía que hacerlo en cada momento que estuviera en casa. Sin otra opción, a Sakura decide repasar lo que le había enseñado hasta ahora. El primer gesto del pastelero era como servir bolas de lado, pero la clave de esta lección estaba en mantener la forma uniforme y sin errores al presentar los postres. La precisión y la fuerza exacta eran fundamentales para que todo saliera bien. De este modo no cometería errores y todo quedaría perfectamente alineado. Un reflejo impecable de bocados idénticos y sistemáticos. Gaku debía dominar el arte de la cuchara para todos sus postres. Sin ello no aprendería nada de repostería y debía lograrlo si realmente quería llegar a preparar un postre para 50 personas. En eso la puerta se abre sin previo aviso. Gaku le pregunta a Sakura qué es lo que realmente busca de él. Después de tanto tiempo, aún no entiende lo que está ocurriendo. Por primera vez vemos una faceta completamente desesperada en Gu, con la mirada agotada y la voz quebrada. Le recalca al joven chef todo lo que tuvo que atravesar hasta ahora para llegar hasta aquí. Su receta principal era la que debió haber sido seleccionada para los premios y el prótano no estaba dispuesto a intentar algo nuevo a estas alturas. En ella se concentraba todo lo que había aprendido desde que llegó a Ke, el largo recorrido que tuvo que enfrentar persuadiendo a otros con sus platos estando contra la espada y la pared desde el momento en que lo conoció. Todo lo había hecho con tal de hallar una pista para resolver su ecuación. Siempre había sido así, pero ahora terminó elaborando un postre. Ambos habían prometido abrir la puerta de la verdad, pero todo se estaba desmoronando, como si escalar peldaño a peldaño para seguirlo hubiera sido en vano. Gaku se niega rotundamente a continuar con el tema del postre, pues no era algo que le interesaba por ahora, aunque en realidad esa decisión no le correspondía. A Sakura nota que aún así Gu había estado practicando un poco en su cuarto. El prota reconocía que dominar la repostería era esencial para convertirse en un buen chef, pero sentía que ya tenía una receta perfecta y no quería arruinarla. Parece que ya es hora de ayudarlo. De pronto se escucha la voz de alguien afuera de la ventana. Era Milo. Había trepado el edificio mientras una chica lo observaba, la misma que había venido a buscar a Sakura tras haber sido rechazada por él. Retomando el momento, Milo ingresa al edificio de una manera bastante peculiar. Ya dentro se muestra indignado por la situación crítica en la que se encontraban. Además comenta que le preocupaba có el pequeño prodigio seguía sin rumbo. El pelirrosa se acerca a Gu y admite que desde que lo conoció siempre lo quiso en el restaurante, pues cocinaba de manera excepcional. Los demás habían sido estrictos con él, pero Milo en cambio eligió ponerse de su lado. Aún así, Guía por qué había rechazado su platillos si decía apreciarlo tanto. La respuesta de Milo era clara, ya que cualquiera pudo haber preparado un plato como ese. Haber servido tres platos en uno fue innovador, pero el pelirros estaba convencido de que Gu no había llegado hasta allí para convertirse en un simple cocinero. Asakura lo había llamado para cumplir otro rol. Finalmente, a Sakura le revela que aún no ha logrado dominar esa arma única que posee, las matemáticas. Es más, podría decirse que con el tiempo se había distanciado aún más de ellas. Asakura entiende que su plato contenía un resultado de razonamiento matemático inverso. Sin embargo, las matemáticas solo intervinieron en ese punto de su planteamiento, el instante en que buscaba que abriera las cajas para alcanzar la solución. Para que se haga una idea, incluso su Nikuyaga aplicaba mejor las matemáticas que su triple plato. Asakura prosigue señalando que vio en Goku un enorme potencial que aún podía explotarse. Si hubiera sido un cocinero común, quizás habría aceptado su propuesta, pero no lo hizo porque esperaba mucho más de alguien a quien reclutó con sus propias manos. Milo añade que, siendo sincero, estaba convencido de que Girirose tampoco habría aceptado el platillo que G pensaba presentar al inicio. Pero si ese era el caso, ¿por qué a Sakura le permitiría encargarse del postre dándole un lugar en la cocina? Una pregunta para la cual ni el propio Asakura parecía tener respuesta, o al menos eso dejaba entrever. Finalmente, Gu colapsa y abandona el edificio con prisa, evitando a toda costa cruzarse con alguien. Convencido de que jamás lograría preparar un platillo digno, decidido a huí para no regresar jamás. En un café frente a la estación de trenes, el prota se prepara para volver a casa. Recordando las palabras de su padre, decide darse un respiro de todo aquello. Al revisar su celular para consultar los horarios, se sorprende al ver los mensajes de Wami, quien estaba preocupada por él. Gaku piensa en llamar antes a su padre para avisarle que irá a verlo, pero en ese momento descubre que también tenía mensajes de su padre. El padre del prota le dice que Girose habló con él mediante su email. El Peli azul le había contado todo sobre la ceremonia de premios y que G se encargaría de servir los platillos del evento diciéndolo con mucha emoción. Además, él comentó que Girose le había transferido una cosa extra, algo que parecía ser muy importante viendo lo mucho que tardó en hacerlo. Todo esto solo hace que Goku se vuelva a sentir perturbado, sintiendo como una fuerza abrumadora lo atrapa. Gaku vuelve la realidad gracias a una mesera del café en el que estaba. Ella le pregunta si se encuentra bien, a lo que él responde que sí. Acto seguido, la mesera le entrega un pastel de fresa, un shortcake en específico. Confundido, Gu comenta que no lo había pedido, pero la chica le recuerda que al ordenar su té venía incluido el pastel. Ella se retira mientras el prota finalmente observa a su alrededor. Él no puede creer lo que pasó. Había entrado inconscientemente al lugar donde menos quería estar, uno lleno de postres. Era como si su subconsciente se negara a dejarlo escapar, como si una parte de él aún quisiera aferrarse a no rendirse. Siendo así, no podía evitar sentirse como si llevara una cadena al cuello impidiéndole escapar de su realidad. Al terminar su postre, Gu revisa los mensajes que su padre le había enviado de parte de Girose, en los que comentaba lo ansioso que estaba por volver a verlo después de tanto tiempo. Sin embargo, en esos mensajes había algo más. Girose quería mostrarle a Gaku la investigación que le permitió ganar un premio. El Prota abre el archivo enviado por el Pelia Azul, quedando bastante sorprendido. En el restaurante K, tras recibir frutas frescas para nuevos postres, Jote se topa con a Sakura y nota que estaba esperando alguien pese a hacer su día libre. Evidentemente se trataba de Gu. Y Jote entendía por lo que pasaba el protal ser forzado a entrenar como pastelero sin una razón clara. Asakura deja claro que siempre trató a todos de la misma manera. Sin embargo, Jotei tenía una duda, preguntándose si acaso a Sakura elegía quedarse solo a propósito. Esto desconcierta al joven chef y Jotei añade que desde que derrotó un Talaohi Nanase se había vuelto imparable. Se había percatado de que mientras más ascendía en este mundo, Asakura se aislaba cada vez más de los demás. Esto enfurece al joven chef, quien le exige que se detenga. Sin embargo, Jote le recuerda que lo mismo ocurría con Gaku. Él también lo había dejado de lado, por lo que estaba convencido de que Sakura no haría nada y lo dejaría en paz, como en todas las ocasiones anteriores. En ese instante, la puerta del lugar se abre de golpe. Gaku Kitada había regresado al restaurante K. Afuera, Ragna se topa con alguien espiando por la ventana. Womi, sobresaltada, la rubia le explica que estaba allí para ver un amigo suyo. Justo entonces ella se gira hacia el interior del local y alcanza a ver a Gaku. Esto deja a Womi completamente sorprendida al descubrir que el prota estaba practicando pastelería. Al oírla, Ragna también dirige la mirada hacia el interior y presencia la escena. A Sakura le pregunta a Gaku por qué ahora llevaba el uniforme blanco de aprendiz. El prota responde que estaba comenzando desde cero, decidido a convertirse en pastelero. Por ello había decidido usar este atuendo. Después, Gu pide el veredicto del joven chef sobre cómo manejó su forma de servir helado. Asakura responde que fue formidable. Sus divisiones eran perfectas rozando lo obsesivo, pero eso no le restaba mérito a su esfuerzo. A Sakura cree que al menos en este punto el manejo de la cuchara de Gaku era mejor que el de Salo y Magoroku. En ese momento, Ragna entra al restaurante y observa la escena a la distancia. sin poder creer que el prota finalmente haya decidido ser pastelero, pues pensó que se rendiría y abandonaría la cocina. Womi le interrumpe, asegurando que eso sería imposible para Gaku. Además, aún no entendía por qué su amigo estaba practicando repostería y se suponía que debía prepararse para un evento importante. Ragna le reclama por haber entrado sin permiso al restaurante, pero al notar que Asakura y Gaku se acercaban, ambas deciden huir antes de ser vistas en la cocina. A Sakura le explica a Gu que su siguiente tarea sería preparar helado desde cero. Le detalle el procedimiento básico, usar yemas de huevo, azúcar y leche caliente. Aunque a simple vista podría parecer sencillo, no lo sería en absoluto. Finalmente, el joven chef le entrega al prota una libreta con las medidas exactas para la receta. Gaku se da cuenta de que esto era mucho más complejo que la cocina común, ya que el proceso carecía de libertad. Mientras tanto, Jotei en su auto reflexiona sobre el motivo por el cual a Sakura le ofreció el postre a Gaku. Llega a la conclusión de que la única razón posible eran los números, pues la repostería se regía estrictamente por ellos. Control preciso de temperaturas y manejo del tiempo. Eso debió considerar el joven chef al darle el postre a Gaku. Sin embargo, la repostería era más que simples cálculos y como un experto, Jotei lo sabía bien. Obligar a Gaku a seguir ese camino bajo sus condiciones no era propio de Asakura, pues aquello significaba llevarlo al límite. Pero, ¿por qué Asakura haría algo así en este punto? Tras memorizar todas las cifras y la receta en su mente, Goku estaba listo para empezar. Sin embargo, todo acabaría. Como era de esperar en fracaso. Para comenzar, falló al calcular correctamente la temperatura. Víctima de sus nervios y falta de concentración, su cuerpo estaba constantemente temblando y a Sakura no sabía si esto era estrés o cansancio. Pero en la repostería solo bastaba un mínimo error para fallar por completo. Pasado el tiempo, Gak va intentando una y otra vez, pero seguía cometiendo errores que lo llevaban a empezar de nuevo. Gak cae exhausto y a Sakura finalmente le muestra la realidad. La repostería se rige por reglas estrictas que no perdonan ni el error más pequeño. Un error de 1 mg o 10 segundos de más bastan arruinarlo todo. Asakura exclama, dejando claro que en la repostería no hay lugar para improvisaciones ni planes alternativos, solo cálculos exactos, dignos de una máquina de precisión, porque de eso se trata la repostería, renunciar a la libertad. Gaku reconoce que este mundo era restrictivo. Además, hasta ahora había sido impreciso y comprendía hasta qué punto había cocinado con libertad. Esto le hace entender que el objetivo de Asakura era mostrarle que improvisar y cocinar sin límites podía ser una desventaja. Ragna no puede creer lo que oye, afirmando que esa idea estaba equivocada. Ese toque especial de G provenía justamente de la forma en que cocinaba usando cálculos libres y disfrutando del proceso. Aún no sabe por qué a Sakura le dio el postre al Prota, pero está segura de que se equivocó al hacerlo. El prota sigue cuestionándose si debía renunciar a su libertad y al no obtener respuestas de Sakura opta por seguir cocinando hasta comprenderlo. Ragna nota que Gu había llegado a su límite, por lo que piensa que continuar era una locura. Sin embargo, Womi la detiene. La rubia no iba a permitir que interrumpiera a Gaku. Ahora él estaba igual que en otras ocasiones, acorralado contra la pared. Aunque aún no obtenía resultados, algo surgiría en su mente. Siempre había sido así. Hami confiaba en que G lo lograría, pues veía en sus ojos que no pensaba rendirse, por eso no quería que la pelir roja interviniera. Ahora en la mente del prota, la presión seguía atormentando a Gu y la figura de Girose continuaba presente mientras intentaba preparar el helado. En ese momento, a Sakura le comenta que también tenía algo que preguntarle. Después de lo ocurrido el día anterior, pensó que no volvería, por lo que quería saber por qué regresó y qué lo hizo cambiar de opinión. Gaku responde que leyó la investigación que hizo Girose para ganar su premio pasando toda la noche revisando el archivo. Aunque en un inicio a Sakura cree que el prota había entendido cada palabra escrita por su amigo, era todo lo contrario. Gaku no logró comprender nada de aquella investigación. El prot explica que los matemáticos no siempre comprendían los artículos de sus colegas, pues algunos tardaban años en ser validados. Para poder entender lo básico de esos textos se necesitan al menos dos o tres años de estudio, ya que cada experto trabajaba en un área distinta. En resumen, no pudo leerlo. Sin embargo, lo que quería expresar era lo siguiente. Si bien antes se habría desesperado al ver un artículo totalmente incomprensible, esta vez fue distinto. Al intentar leerlo, comprendió al menos una cosa que era correcta. Era como si no hubiera entendido nada. Pero al mismo tiempo sentía que todo estaba bien. Tal vez todo era incomprensible, pero aunque no podía expresarlo con palabras, tenía la corazonada de que era cierto. Esto se parecía al caso de la conjetura de Ponkyaré, donde muchos matemáticos intentaron demostrar que era correcta para ganar un millón de dólares. Al intentarlo, muchos la consideraban incomprensible, pero por alguna razón creían que era verdadera. Volviendo al caso, al leer el artículo de Giirose, Goku sintió algo que iba más allá de las matemáticas, algo personal, la soledad. Haber realizado toda esta ardua investigación por su cuenta, sin apoyo de nadie, haría que el autor cargara siempre con una profunda sensación de aislamiento. De esta manera, Gu entendió que ese era otro significado de las matemáticas, pura soledad. Asakura nota que el protas estaba poniendo algo espiritual, pero este lo sorprende al decir que también aplicaba a los cocineros. Gaku compara al joven chef con Kirose, pues aunque ambos despertaban la envidia de todos, parecían infelices. Los dos se hundían cada vez más en sus campos, pero eso mismo hacía que mejoraran en sus respectivos oficios. Un cocinero creaba mejores platillos y un matemático redactaba mejores artículos. Gaku finalmente se quiebra diciendo que si la soledad le permitía caminar junto a las personas que admira, no dudaría en hacerlo, incluso si la ruina lo esperaba al final del camino. En ese instante, Gu finalmente llega a su límite. A Sakura lo sostiene antes de que se desplome, pidiéndole a Ragna que lo ayude trayendo unas frutas que Jotei había recogido. Más tarde, Guierta y se encuentra con Womi, quien le pide que descanse un poco más tras levantarse. Luego, a Sakura le lleva a Gaku una tarta de fresa. se disculpa por haberla preparado de forma improvisada, ya que no hacía una desde que Jotei se encargaba de ello. Asakura explica que la masa asambleé de estas tartas solía arruinarse al momento de comerla, por eso modificó un poco la receta esparciendo trozos de masa sobre la tarta para mantener su textura crocante. Tras explicar esto, Womy no puede evitar reprocharle al joven chef por haber llevado a Gu al límite. Ella no sabía que era lo que buscaba en realidad, pero a su parecer no parecía ser alguien tan confiable como el prota lo había descrito al inicio. Aunque su labor era dar felicidad a las personas, su entorno estaba lleno de gente infeliz. Asakura lanza una mirada enojada a Womi. Sin embargo, en ese instante, Guja caer su cuchara, experimentando una revelación. La mente del prote empieza a hilar todo. Las similitudes entre matemáticos y cocineros, la soledad, la manera en que ambos evolucionan. Finalmente todo se le revela, llevándolo a descubrir ese platillo que solo él podía crear. Asakura percibe el instante de iluminación del prota y comenta que había estado esperando este momento. Una mente como la de Gaku era tan incomprensible para todos que nadie podía adivinar las ideas que albergaba. En este momento no importaba lo que sintieran por él, pues el genio matemático Gu Kitada finalmente había descubierto lo que debía hacer. De este modo, al fin llega el día establecido. En los premios Masamius no todos están preparados para lo que sucedería, expectantes de cómo podría salir todo. Aunque si había algo claro, es que no sería nada fácil, ya que el verdadero reto iniciaba ahora. Con apenas 18 años, Girirose consigue un logro histórico al obtener el premio Masamikuose siendo tan joven y es galardonado por su investigación. Emocionado, el peleazul agradece al público como siempre observando en ellos cientos de fórmulas como si fueran problemas que debía resolver con algún cálculo. Kagura parecía ser la única que comprendía lo que pasaba por la mente de su excompañero, notando cómo emanaba un aura imponente a su alrededor. La chica recuerda la propuesta de matrimonio que le hizo Girose, así como el plan que tenía para ella y Gaku, pues su objetivo era arrastrarlos a ambos en su meta de descubrir los misterios del universo. Convencido de que los tres estaban destinados a lograrlo, Kagura sigue preocupada por el platillo que prepararía Gaku, preguntándose si podrá presentarle Girose algo a la altura, que demuestre su decisión de elegir la cocina antes de las matemáticas. Mientras sigue perdida en sus pensamientos, Giirose se le acerca y pregunta por Gaku. Ella no puede evitar temblar, deseando que todo salga bien para el prota y que Girose no lo devore por completo. En la cocina, todos estaban alborotados intentando tener todo listo para los invitados del hotel. Al encargarse de la entrada, Ragna era quien sentía mayor presión, ya que debía hacer un buen trabajo para abrir el menú. Ella está dispuesta a superarse, pero se enfrenta un gran problema al notar que las flores que pidió para su platillo no eran del color correcto. Si bien la pelirroja pide ayuda, todos estaban demasiado ocupados con sus propios asuntos. En ese momento, Gago aparece frente a Ragna, sosteniendo las flores que ella estaba buscando. Él está dispuesto a ayudar en la cocina, mostrando una mirada algo perdida. Ragna le dice que no debería hacerlo, pues era necesario que esté bien descansado para preparar correctamente los postres. Con un tono frío, Goku responde que no había por qué preocuparse, ya que dejó todo listo la noche anterior para elaborarlos. Viendo que no tenía nada que hacer, insiste en ayudar en la cocina. Ante esto, Ragna finalmente accede pidiéndole preparar una mezcla que usaría para mejorar el platillo que presentó en el concurso. De este modo, Ragna presenta la entrada del menú, terrina de fuagras con tarta de vieira y manzana con calabacita. En el lugar, Ji les pide a todos que mantengan la calma, pues sera era importante no mostrar tensión frente a los comensales. Ragna pregunta por Asakura, pero el ex pastelero le responde que se había así que él tomaría el mando por el momento. La pelirroja asegura que dio su mejor esfuerzo en su platillo, aunque en el fondo seguía inquieta por algo, o mejor dicho, por alguien, como era de esperar. Los comensales disfrutan del platillo, quedando ansiosos por probar lo que viene después. En la cocina, Ragna seguía intranquila deseando que todo saliera bien. Jti le recuerda que no debía angustiarse, pues confiaba en quienes lograron ganar el concurso. Claramente, la pelir roja no se refería a eso. Ella le dice a Jotei que dudaba de que Gu pudiera preparar su postre soportando una presión tan alta, una que nunca había sentido antes. Ragna comenta que hasta hace poco él no sabía nada sobre preparar postres ni que cocinaría, siendo incluso incapaz de hacer una simple crema. Sin embargo, tras tener su momento de iluminación, el prota comenzó a probar varios ingredientes poco usados en el restaurante K, además de atreverse a degustar los productos destinados a desecharse. También usaba su sueldo para comprar ingredientes frescos y probarlos, tomando apuntes de cada uno. Ragna le pregunta a Jote qué era exactamente lo que el prota tenía planeado, aunque en realidad ni el ex pastelero lo sabía. En ese momento, Nene se une a la conversación comentando que tras probar todo en el restaurante, Guición extraña, tomarse tr días de descanso para viajar a Yamanashi, su hogar. Esto tomó a todos por sorpresa, pensando que el prota planeaba huir. Sin embargo, el único que confía en él es Jotei. El ex pastelero no solo acepta que vaya a su hogar, sino que incluso le gustaría acompañarlo para ver qué tiene pensado hacer. Su curiosidad era grande después de su experiencia anterior y por eso quería ir con él. Además, Josei nunca había tomado vacaciones, así que pensó que era el momento perfecto. De este modo, ambos partieron rumbo a Yamanashi. En el presente, Milo le pide a Jote que cuente lo que ocurrió en el viaje, asegurando que también estaba preocupado por el prota. Sin embargo, Ragna dudaba de ello, recordando la presión que él mismo le había puesto. Mientras tanto, Wang termina de preparar su platillo. Sopa de morena. Había modificado la receta mejorándola, así que ya era momento de servirla. En ese instante, Ragna también muestra curiosidad por el viaje de Jote y Gaku, preguntándose qué hizo el proten Yamanashi para idear el mejor postre de todos, duda la cual logra captar la atención de todos alrededor. Nos remontamos un par de días atrás. El prota va con J a un jardín de hierbas aromáticas de su tierra natal. Sin embargo, no eran los únicos allí, pues Guomi también había decidido acompañar a Gaku en su viaje. Ella había investigado sobre las mejores pastelerías de Yamanashi, pero esto no parecía interesarle al prota. La rubia se disculpa con Jote por haberlo hecho traerla en su auto, aunque hasta ahora esos días solo habían ido a un bosque y ahora a este jardín, lo que hace que Womi se pregunte si Kaku solo quería despejar un poco su mente. El ex pastelero menciona que eso no era del todo malo, pues hace mucho él también solía hacer lo mismo. Jti encontraba mi inspiración en lugares tranquilos y no precisamente en pastelerías, ya que sentir que estaba imitando a alguien no le ayudaba en absoluto. La naturaleza, la arquitectura y otras cosas resultaban mucho más inspiradoras que simplemente observar postres. Para Jote, la repostería tenía un repertorio mucho más amplio que el resto de los menús, pues la variedad de técnicas y sabores era enorme. Guomii pregunta si acaso ese era el motivo por el que había venido a este lugar, aunque para su sorpresa, Jotei no tenía certeza de ello, pues era como si Gaku estuviera buscando algo. Aún así, Wami confiaba en el momento de claridad que tuvo su amigo, ya que aquel miedo que Gu sentía hacía poco había desaparecido de algún modo. Jote le da la razón, pues en su lugar ahora transmitía una especie de intensa tensión. Wami confiesa que vino porque estaba preocupada, pues sentía que Gu ya no parecía ser el mismo de antes. En ese instante, el padre del prot aparece frente a Jote y la rubia, diciéndoles que era un gusto verlos, además de sorprenderse de que Goku esté interesado en la naturaleza, viendo que antes no lo estaba. Él creía que este cambio tal vez se debía haber vivido tanto tiempo en Tokio e incluso que había venido con sus amigos. Womi se sorprende al conocer al padre de Goku, aunque su impresión es mayor cuando este se acerca a ella y le pregunta si acaso era la misma chica de la que su hijo hablaba constantemente, Kagura, quien participó en las olimpiadas de matemáticas. Sin embargo, el padre del prota se da cuenta de que estaba equivocado al notar que ella no se parecía en nada a la chica, pues la había visto en la televisión, aunque le sorprendía que Goku tuviera tantas amigas alrededor suyo. Dejando eso de lado, el padre se sincera y confiesa que realmente extrañaba a su hijo, aunque a pesar de tener ese sentimiento, le parecía extraño que después de tanto tiempo Gu ni siquiera lo miraba a los ojos al llegar. Esto deja en shock a Woom y Jotei. Pero esas palabras finalmente hacen que el ex pastelero entienda qué es lo que exactamente estaba haciendo Gaku. En ese instante, el prota le habla a Jotei diciéndole que por fin encontró el último ingrediente para su postre. Todos se quedan sorprendidos, preguntándose si realmente había algo allí que pudiera usar como ingrediente. Gaku muestra los pétalos de una flor y comienza a comerlos mientras todos lo observan. El Prota había probado todo en el restaurante, pero nada le había servido para hallar ese ingrediente. Esto sorprende a Jotei, quien finalmente entiende el motivo de su viaje. Gaku buscaba descubrir un cierto parámetro y estaba convencido de que estos pétalos eran la clave para crear ese postre que solo él podía preparar. De vuelta al presente, los comensales continúan disfrutando de los platillos que le sirven. Asakura finalmente llega informando que todas las personas han quedado satisfechas con el servicio hasta el momento. Aunque si bien el joven chef nota que Girose se ha comido todo lo que le sirvieron, aún no puede saber con certeza qué es lo que piensa. Bueno, Gaku, es hora. A Sakura le da la orden al prota de comenzar a preparar el postre, asegurándole que no debía angustiarse por su falta de experiencia en repostería, pues él se encargaría de las partes más delicadas. Ante esto, el protoiente y decide entregarle al joven chef un cuaderno con los pasos detallados que debía seguir para asistirlo. Al leerlo, Asakura se llena de emoción. Todos preguntan si pueden colaborar en algo, pero el prota responde que no hacía falta, pues con la ayuda de Sakura bastaba. De este modo, ambos comienzan la preparación. El joven chef le aprendiz cocina dan cátedra de su gran habilidad. A ojos de Jotei, los movimientos de Goku seguían siendo inseguros. Sin embargo, no dudaba en ningún momento. Estaba concentrado y sabía perfectamente lo que quería hacer. Gaku buscaba cambiar el juego a su modo. Esa receta personal que tanto había esperado hacer finalmente estaba a punto de cumplirse. Determinación, delicadeza y soledad. Todo esto se estaba poniendo en juego para crear el postre ideal. En el hotel, los comensales seguían maravillados por la comida que le sirvieron, anteriormente comentando que sin duda la cocina había sido lo más destacado del evento. Sin embargo, Giose seguía preguntando por Gaku. Lo que no esperaba era que justo en ese momento volvería a verlo. Gaku hace acto de presencia sorprendiendo tanto al público como a Girose. En la cocina Jote conoce la persona que tanto atemorizaba al prota. Pero aunque eso era cierto, lo que más le sorprendía era que Gu seguía actuando igual, incluso frente a él. J comenta que desde aquel momento de iluminación, el prota no ha mirado a nadie a los ojos, lo que le resulta muy extraño. Todos sus conocidos permanecen expectantes ante lo que estaba por suceder en este preciso instante. Asakura, sentado en la cocina, felicita a Gu por todo lo que estaba haciendo. Ahora mismo estaba esperando ver de lo que era capaz al haber escogido seguir su propio camino. Este era el momento indicado de demostrar su verdadero potencial. Ah.

Anime: Fermat no Ryouri (Fermat’s Cuisine) Sígueme: ❄️Instagram: https://www.instagram.com/soysnow_ #cocina #shonen #fermatnoryouri #anime Parte 1: 00:00 Parte 2: 08:40 Parte 3: 18:06 Parte 4: 28:11 Parte 5: 38:03 Parte 6: 48:17 Parte 7: 58:48 Parte 8: 1:08:35 Parte 9: 1:19:09 Parte 10: 1:28:27 Parte 11: 1:38:55 COPYRIGHT FAIR USE NOTICE, Title 17, US Code (Sections 107-118 of the copyright law): All media in this video is used for purpose of review & commentary under terms of fair use. All footage, music & images used belong to their respective companies.

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